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Pekín pretende aprovechar la crisis de la deuda de EE.UU. para fortalecer su moneda frente al dolar

Los aranceles estadounidenses podrían llegar a suponer una pérdida de 2.600 euros para el poder adquisitivo de las familias norteamericanasXinhua

Por qué sube el dólar por los aranceles de Trump, pese a ser lo contrario que el republicano quiere

Las nuevas tarifas podrían suponer una pérdida de 2.600 euros anuales para el poder adquisitivo de las familias norteamericanas

el anuncio de Donald Trump de imponer aranceles a México, Canadá y China, del 25 % para los dos primeros y del 10 % para el tercero, ha sacudido este lunes los mercados financieros. El Ibex y otras principales bolsas europeas abrieron con caídas superiores al 2 %. La posterior matización de Trump de que esperará al menos un mes para trasladarlos a su vecino del sur solo ha corregido en parte este retroceso, hasta el -1,32 %, en el caso del Ibex.

El anuncio también ha impactado en el dólar. Este lunes la moneda única bajó a 1,0306 dólares e incluso, durante unos minutos, hasta su marca más baja desde noviembre de 2022, 1,0141 dólares. El viernes, antes de que Trump hiciera un anuncio que cogió a los mercados por sorpresa por su contundencia, rondaba los 1,0393 dólares. El billete verde registra una revalorización sostenida desde que el republicano ganara las elecciones, el pasado mes de noviembre.

Es justo lo contrario a lo que desearía el presidente norteamericano, que ha defendido en varias ocasiones la necesidad de un dólar más débil que impulse las exportaciones estadounidenses. De hecho, ha tratado de imponer a la Reserva Federal un recorte de los tipos de interés, para que no se alejara de la estela del Banco Central Europeo (FED).

Los motivos detrás de este fortalecimiento son diversos. Por un lado, el mercado podría estar esperando que el resto del mundo devalúe sus monedas para recuperar su competitividad ante las nuevas tarifas arancelarias que les impone uno de los principales mercados del mundo. México, que exporta el equivalente al 40 % de su PIB al vecino del norte, podría entrar en recesión, y Canadá acusar un golpe de dimensiones colosales. «De entrada, tanto el dólar canadiense como el peso mexicano se han resentido en los mercados de divisas, porque el tratado USMCA / T-MEC queda de facto fuera de juego», constata Tom Van der Heyen, profesor de OBS Business School.

Por otro lado, los aranceles elevarán la inflación, lo que a su vez presiona a la FED para mantener altos los tipos de interés durante más tiempo. A su vez, como recuerdan desde BBVA, «un aumento de tasas genera una salida de capitales hacia mercados con mayor remuneración y un menor riesgo, lo que hace que el precio de esta moneda suba al contar con menor oferta de estos billetes».

El mayor shock comercial desde Breton Woods

Los aranceles «podrían representar el mayor shock comercial desde el colapso de Breton Woods», según Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank. En 1971, la decisión del presidente Nixon de suspender la convertibilidad del dólar en oro supuso el fin de facto del sistema económico vigente durante décadas.

Un dólar más fuerte hace que sea más barato para los norteamericanos comprar productos extranjeros y viajar a otros países, pero destruye la competitividad de las empresas exportadoras americanas.

No obstante, Singular Bank anticipa que los aranceles, si se extienden en el tiempo durante los próximos meses, «podrían moderar el PIB de Estados Unidos en 0,7 puntos porcentuales, hasta el 1,9 % anual este año».

Todo esto nos lleva a preguntarnos si Trump va a ser capaz de poner en marcha estas medidas por sus efectos negativos y su coste social

Para las familias americanas supondrán un impacto en el consumo de entre 670 y 1.200 dólares, especialmente en sectores como la alimentación (dado que abundan las importaciones de alimentos mexicanos). Y la tasa de inflación podría repuntar entre 0,75 puntos y 1 puntos.

Inversis, por su parte, eleva el impacto sobre el PIB al 1,3 %, y el impacto sobre los bolsillos de los americanos a los 2.600 euros por año «con el coste político que conlleva», advierte su estratega jefe macroeconómico, Ignacio Muñoz-Alonso. «Todo esto nos lleva a preguntarnos si Trump va a ser capaz de poner en marcha estas medidas por los efectos negativos que tienen y su coste social y político, en términos de popularidad», sentencia.