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Un hombre entrena en un gimnasio

Un hombre entrena en un gimnasioFreepik

La edad de oro de los gimnasios: por qué el fitness seduce al capital

El sector, manteniendo su actual ritmo de actividad, superará los 1.500 millones de euros en 2025 en España

La salud y la belleza dominan los hábitos de consumo postmodernos. Llevar un estilo saludable está de moda y, con ello, los espacios fitness. Las preocupaciones por mantener la figura y la cordura resuenan entre las grandes cadenas de gimnasios que, tras las turbulencias de la pandemia, viven su momento más dulce. También los centros boutique y el entrenamiento funcional, que captan entre el 20 y el 30 por ciento del mercado.

El auge en ambos segmentos es imparable: el sector fitness, manteniendo su actual ritmo de actividad, superará los 1.500 millones de euros en 2025 en España, según las previsiones de Intelligence 2P. A nivel global, el crecimiento se estima por encima de los 300.000 millones de dólares en 2035. Estas cifras reflejan un incremento del peso del deporte en la economía nacional y que responde, en gran medida, a una mayor conciencia por compensar los –no tan buenos y tampoco tan pocos– efectos de las vidas urbanitas.

España es el quinto mayor mercado europeo en el ámbito del fitness, el cual genera unos 400.000 empleos, representando el 3,3 % del PIB de 2023. Y es que la salud, la estética y la gastronomía están revitalizando los mismos barrios que vieron echar el cierre de numerosos pequeños locales comerciales durante la última década. En concreto, desde comienzos de 2022 hasta noviembre de 2023, se abrieron 350 gimnasios, alcanzando los 4.250, siendo la mayoría de ellos de pequeño tamaño y especializados.

La rentabilidad, aún en el banquillo

Los grandes jugadores abrían el apetito de los fondos de inversión ya en 2015: un caramelo en el patio de un colegio dada «su capacidad de crecimiento, su estabilidad en ingresos y su potencial de rentabilidad a largo plazo», explica el asesor y analista de estrategia empresarial Benito Rodríguez. El interés inversor «ha permitido acelerar la adquisición de nuevos centros y mejorar la eficiencia del modelo de negocio».

No obstante, aun habiendo resurgido de los años de pandemia como el ave fénix, los líderes del deporte low-cost siguen entrañando retos: «La facturación del sector ha aumentado, pero la rentabilidad neta aún no ha alcanzado los niveles pre Covid. La fuerte competencia y la presión sobre precios hacen que fidelizar clientes sea clave».

De la crisis a la reinvención

Lo que en 2020 parecía el colapso del mercado de gimnasios y clubes de salud terminó siendo el mayor catalizador de su transformación. La pandemia desplomó los ingresos a causa de las restricciones y el cambio de hábitos de los usuarios. «Se estima que, solo en ámbito nacional, 38.000 espacios cerraron hasta mayo de 2020 y los ingresos del sector cayeron entre un 30 y 40 por ciento respecto a 2019. Grandes cadenas como Cyc Fitness, YogaWorks y Flywheel Sports se declararon en quiebra», destaca el analista.

Sin embargo, lejos de marcar su declive, la crisis sanitaria redefinió el negocio y sentó las bases de su crecimiento actual. El confinamiento aceleró la oferta digital de la industria, con plataformas como Les Mills On Demand capitalizando la demanda del ejercicio en casa. Con el virus bajo control, los gimnasios no solo recuperaron su cartera de clientes, sino que lo hicieron con un modelo renovado (e híbrido).

«La personalización ha cobrado un papel clave para la supervivencia de las grandes compañías»

Las grandes cadenas han aprovechado las herramientas digitales para diversificar sus beneficios entre el mundo online y offline. «La personalización ha cobrado un papel clave para la supervivencia de las grandes compañías». En paralelo, el virus fue más amable con los espacios boutique, «cuya clientela se redujo entre un 15 y un 20 por ciento. Se produjeron cierres selectivos, pero las franquicias bien posicionadas resistieron». Rodríguez también destaca que la revolución en el mercado laboral a consecuencia de la Covid ha influido en el boom del sector: «la flexibilización de horarios y la expansión del teletrabajo han permitido a las personas dedicar más tiempo al autocuidado, impulsando la demanda de servicios fitness».

El fenómeno de la cohabitación

El auge del fitness evidencia que su crecimiento no opera bajo una lógica de suma cero. El crecimiento de las grandes cadenas no ha canibalizado a los gimnasios boutique, aunque el low-cost domina por volumen. Ambos modelos han encontrado su espacio en un mercado en expansión, impulsado por una demanda cada vez más diversa y exigente. Mientras las empresas líderes apuestan por la accesibilidad, los centros premium han convertido la personalización en su mejor argumento de venta.

«Los grandes centros han evolucionado hacia modelos de smart gym, incorporando tecnología, entrenadores virtuales y servicios personalizados para acercarse al valor diferencial que ofrecen los pequeños espacios. Por su parte, los gimnasios boutiques han optimizado costos, lanzándose a las plataformas online y aprovechando la automatización de servicios para mejorar su rentabilidad, inspirándose en la eficiencia de las grandes cadenas», comenta el asesor.

El low-cost domina por volumen y ha basado su éxito en las economías de escala y una estrategia de precios competitivos, que les permite atraer a miles de abonados con cuotas de entre 20 y 40 euros al mes. «Su negocio depende de la captación constante de clientes, con una alta rotación que obliga a campañas agresivas de fidelización y descuentos».

En el otro extremo, se encuentran los pequeños players que han priorizado la experiencia frente al precio. Las tarifas de los centros boutique superan los 100 euros mensuales y su éxito se mide en términos de fidelización y no en volumen.

Imán para el capital

Gracias a la fe ciega del capital riesgo en el deporte y el culto al cuerpo, las principales compañías del mundo fitness están pudiendo desarrollar planes cada vez más agresivos de expansión, tanto de manera orgánica como con adquisiciones estratégicas. Esta última vía de crecimiento fue la elegida por la cadena neerlandesa Basic-Fit en marzo de 2024, cuando adquirió todos los clubes de McFIT en España.

La compañía ha puesto el acelerador en nuestro país, dado que es el territorio en el que aspira a crecer más a largo plazo: de cara a 2030, prevé gestionar 700 gimnasios, lo que supone un ritmo de crecimiento de 80 inauguraciones anuales. «Basic-Fit ha demostrado que es posible convertir un alto volumen de socios en ingresos sostenibles», añade Rodríguez.

VivaGym también ha optado por seguir la estrategia de adquisiciones con el respaldo de Providence Equity Partners. Bajo el objetivo de recortar distancias con los neerlandeses y ostentar el liderazgo del mercado ibérico en número de centros y abonados y en nivel de ingresos, la compañía ha comprado ocho cadenas –entre las que se encuentran Altafit y sus 80 centros o Fitup y sus 20 gimnasios–. Estas operaciones le han permitido cerrar el último ejercicio con 231 clubes y doblar la facturación de 2023.

El sector bancario también aprecia el potencial económico del bienestar y quiere su trozo de pastel. En esta línea, Santander, BBVA, Deutsche y Unicaja anunciaron este febrero el desembolso de 70 millones de euros a Synergym para la apertura de 80 nuevos gimnasios. La tercera mayor cadena de gimnasios en España aspira a cerrar el próximo año con 200 gimnasios en España gracias al histórico crédito.

Los planes de la industria agitan el mercado y perfilan un futuro prometedor para el negocio fitness en España, impulsado por la innovación, la diversificación de servicios y, fundamentalmente, por una mayor preocupación por la salud. La búsqueda de un estilo de vida activo es una prioridad global y no un complemento, lo que dicta que los actores del fitness seguirán experimentando un crecimiento y una transformación estimulados en los próximos años.

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