Febrero, el segundo peor mes acumulado de la inflación en el siglo XXI
La inflación beneficia al Gobierno en su recaudación y, por lo tanto, la Dictadura Fiscal ha llegado para quedarse a costa de lo que haga falta
Cuando la inflación se empezó a disparar en junio de 2022, el Gobierno se puso rápidamente a explicar a todos los españoles que la culpa no era suya, sino de la guerra de Ucrania y de las medidas tomadas de «no comprar» gas a Rusia.
Todos sabemos ya que eso ha sido la gran mentira de la Unión Europea, que es la que ha financiado la guerra de Rusia contra Ucrania, comprando gas ruso, no directamente a Rusia, sino a través de sus países amigos, que obviamente nos lo han vendido más caro que Rusia, porque ellos, al igual que Ábalos, nunca trabajan gratis que eso es para los obreros y los pobres de espíritu.
En junio de 2022 el BCE se despertó de la siesta, cuando ya estábamos a punto de llegar al 10 % de inflación, y se empezaron a subir los tipos de interés.
Lo que el Gobierno comprobó pronto es que la inflación no era tan fácil de parar con medidas solo de subidas de tipos. Y como se dio cuenta que podía ponerse la cosa muy seria, se puso como loco a tomar medidas para paliar los efectos, como las bajadas de IVA de todo lo que podía suponer captar votos, es decir, productos de primera necesidad y las subvenciones de los 20 céntimos a los carburantes, además de topar los precios energéticos.
Eso y la última semana de campaña del PP, les salvó del desastre que le pronosticaban las encuestas. Y aunque el PP venció claramente en las elecciones, los casi 40 votos con los que Sánchez siempre parte de ventaja le permiten seguir en el Gobierno.
Vuelta a tener cuidado con todo, porque aunque las medidas del BCE ya estaban funcionando, había que evitar que la inflación llegase a niveles preocupantes como sucedió en junio de 2024, que se colocó de nuevo en un 3,6 %. Las nuevas medidas duraron muy poco porque de nuevo, en septiembre de 2024, la inflación volvió a tocar suelo con un 1,6 % y de nuevo fanfarrias y subidas de IVA, que sumadas a las del mes de enero de 2025, nos ha vuelto a llevar el acumulado a un 3 % en febrero de 2025.
Pero lo que el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Elena Manzanera no nos ha contado a nadie, es que lo que ha pasado entre enero y febrero es el segundo peor resultado del siglo XXI en inflación acumulada de los dos primeros meses. Sólo fue superado por la suma de enero y febrero de 2023, que fue de una décima más y que, por lo tanto, las medidas eliminadas han generado un efecto rebote de la inflación que no sabemos, ni cuando, ni cómo va a parar.
Para que les quede claro he preparado este gráfico de la inflación de enero, febrero y la acumulada desde el año 2000 hasta el 2025. Como podrán ver, no es nada agradable comprobar que en el primer cuarto del siglo, el 2025 es el segundo peor, solo superado por el 2023 cuando estábamos inmersos en la tormenta perfecta de la inflación en nuestro país.
Evolución del IPC de enero, febrero y acumulado
Cómo se puede ver claramente en el gráfico, de los 26 años hay 20 que son o 0 % o una inflación negativa en los dos primeros meses del año. Solo hay seis en positivo, en los años 2000 y 2001, donde tuvimos una inflación de 0,4 % y 0,3 %. Desde entonces y hasta el 2022, que empieza la inflación, no volvemos a la senda de los números negros, con una inflación del 0,4 % en 2022, del 0,7 % en el 2023, del 0,5% en el 2024 y del 0,6 % en el 2025.
Los motivos del repunte y del riesgo que eso tiene, es sólo por un motivo, la Dictadura Fiscal en la que nos encontramos inmersos.
Tenemos un gobierno que para pagar todos los gastos comprometidos, condonar/mutualizar deudas, ceder la recaudación a Cataluña y proporcionarle la Independencia Fiscal, además de tener que pagar el incremento de los intereses de la deuda que ha acumulado, la subida de las pensiones y del número de pensionistas, la subida de las pensiones de las clases pasivas, la subida de los salarios de los empelados públicos, la subida de los gastos generales provocados por la inflación, la mayor inversión en armamento para cumplir con los compromisos en la OTAN, hace que necesiten recaudar 40.000 millones más y para eso la inflación es muy buena ayuda.
La subida del Salario Mínimo Interprofesional, con recaudación de IRPF, la subida de las pensiones y los saltos en los baremos de recaudación que no se han deflactado, la subida de los salarios de los empleados públicos y privados, las subidas de las cotizaciones sociales y el Mecanismos de Equidad y la recaudación del IVA, por las subidas, y de precios son necesarias para poder pagar, todo lo anteriormente citado.
La inflación beneficia al Gobierno en su recaudación y, por lo tanto, la Dictadura Fiscal ha llegado para quedarse a costa de lo que haga falta.