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Amancio Ortega y Juan Roig cumplen en torno a cincuenta años al frente de sus exitosos negocios.Lu Tolstova

La semana económica

De Amancio Ortega a Juan Roig: dos genios de los que harían falta muchos en España

Inditex y Mercadona han dado a conocer esta semana sus resultados económicos del ejercicio 2024. Curiosamente su cifra de ventas ha sido bastante parecida (38.632 millones de euros de Inditex por 38.800 millones de Mercadona), si bien la de beneficios ha sido claramente superior por parte de Inditex (5.866 millones de beneficio neto frente a los 1.384 millones de Mercadona).

Se trata, en cualquier caso, de dos modelos de éxito muy bien gestionados. Pese a las críticas de la izquierda a sus beneficios, la realidad es que Mercadona solo gana 3,9 euros por cada 100 euros de gasto del cliente. Este margen tan bajo, habitual en el sector de la distribución, le obliga a controlar los costes al máximo y a vender mucho volumen para poder obtener beneficios. Lo hacen tan bien que su evolución es espectacular: factura casi 12.000 millones de euros más que hace cinco años (38.835 millones en 2024 frente a los 26.932 millones de 2020, subiendo año tras año) y gana casi el doble que hace un lustro (1.384 millones en el año 2024 frente a los 727 millones del año 2020). Hay mucho trabajo detrás, mucha inversión e innovación y algo más de 100.000 empleados motivados que cobran por encima de la media de su sector.

Mercadona gana solo 3,9 euros por cada 100 que vende, pero mueve tanto volumen que ha disparado sus ingresos y beneficios

Por lo que se refiere a Inditex, sus ingresos crecieron un 7,5 % respecto al año 2023, alcanzando los 38.632 millones de euros, y el beneficio neto ascendió un 9 %, hasta los 5.866 millones de euros. A pesar de estos resultados, la acción cayó un 7,5 % el día de la presentación y el valor en Bolsa de la compañía descendió nada menos que en 11.375 millones de euros al cierre de la sesión.

No es algo que preocupe a los expertos del sector: «Los resultados son muy buenos teniendo en cuenta cómo está el sector y la economía en general», señala uno de ellos. «Lo que está pasando en la Bolsa con Inditex tiene que ver con las dudas sobre el impacto que Trump y las guerras comerciales pueden tener en una empresa tan globalizada, con tiendas físicas en más de noventa mercados», añade. «Si yo tuviera ahora mismo 100.000 euros para invertir, compraría a buen precio acciones de Inditex. Sé que volverán a estar por encima de los 50-55 euros la acción», concluye.

La acción de Inditex volvía a caer ayer, hasta situarse en 44,5 euros. Hay que recordar que estaba en 20,11 euros el 1 de abril de 2022, la fecha en la que Pablo Isla dejó de ser su presidente. Si con Isla la compañía alcanzó el hito de valer 100.000 millones en Bolsa, con el actual equipo directivo ha llegado a rebasar los 170.000 millones. Ayer cerró algo por debajo de los 140.000 millones. Por citar a una gran compañía de otro sector, Telefónica vale menos de 25.000 millones en Bolsa.

Además de los problemas con los aranceles por la elevada presencia internacional de Inditex, analistas como Iván San Félix, de Renta 4, ponen el foco de la caída en Bolsa en cuestiones como el freno en las ventas: «Entre el 1 de febrero y el 10 de marzo subieron un 4 %, si bien en la última semana lo hicieron un 7 %. Muestra una ralentización clara. Es el crecimiento más bajo desde la pandemia, y claramente inferior a nuestra previsión, que era de una subida del 8 % para el primer trimestre de 2025». San Félix ya nos decía a finales de 2024 que para Inditex sería un reto mantener un crecimiento elevado en las ventas.

Pese a este parón, Inditex sigue con su estrategia, que entre otras cosas pasa por tener menos tiendas, pero más grandes. Hoy posee 124 tiendas menos que en 2024, pero mantiene más de 5.500 físicas en más de noventa países (contando online llega a 214 mercados), y persiste su objetivo de un crecimiento de más de un 5 % del espacio en tienda.

La cultura corporativa implantada por Amancio Ortega y seguida por sus sucesores es la clave del éxito

Por lo demás, sus señas de identidad siguen siendo las mismas, mejoradas año a año, con una cultura corporativa que es la clave de su éxito y que fue implantada por el fundador de la compañía: «No rendirse, innovar, ser flexibles, y algo muy de Amancio Ortega: evitar la autocomplacencia, no confiarse; fijarse más en lo que no va bien, porque lo demás ya va bien, y mejorarlo con más creatividad, más innovación, poniendo el foco y sin dispersarse. Centrarse en las tiendas, en el cliente, y crear las colecciones que pide el mercado, no las que pensamos que pueden gustarle», apunta como algunas claves de esa cultura corporativa Luis Lara, ex directivo de Inditex y actualmente socio-director de Retalent, consultora de estrategia, y profesor de ISEM Fashion Business School.

«Foco en la tienda y el producto y saber que siempre hay que crecer. Quien no crece, está destinado al fracaso, dice Amancio Ortega. Dar autonomía a las personas, que son fundamentales en la compañía, y mentalidad abierta y flexible: en Inditex hoy pueden decir una cosa y mañana la contraria y lo ven normal, porque el mercado cambia», añade.

Son las señas de identidad que ponen los genios, y que también están en Mercadona, como contamos exhaustivamente en este artículo. La apuesta por la calidad trabajando mano a mano con los mejores proveedores de producto y los precios bajos que pueden ofrecer gracias a que vigilan los costes hasta el más mínimo detalle son los dos grandes rasgos distintivos que les han llevado a tener, con diferencia, los supermercados más visitados en España.

Ortega y Roig pusieron en marcha sus negocios más o menos al mismo tiempo. El primer Zara surgió en 1975, de modo que en 2025 cumple 50 años (si bien es verdad que Ortega creó en 1963 el taller de confección GOA, el germen de la compañía). Mercadona se puso en marcha en el año 1977 dentro del Grupo Cárnicas Roig, que gestionaban los padres del actual presidente. Juan Roig y sus hermanos se la compraron en 1981.

Medio siglo después de aquel arranque, Inditex y Mercadona son dos grandes ejemplos de empresas a las que seguir. La primera ha conseguido, gracias a su fundador, que en la compañía primen más los equipos que los liderazgos, y que funcione como una máquina aunque cambien las personas que están al frente. Mercadona aún tiene que conseguirlo, y sigue planeando la incógnita de qué ocurrirá cuando Juan Roig ya no esté.