Fundado en 1910
Apuntes ContablesSusana Burgos

Las empresas que no volverán a Cataluña por culpa de Sánchez e Illa

Por mucho que algunos sigan empecinados en discutir los datos, sabemos que entre la declaración unilateral de independencia y finales de 2023 salieron de Cataluña 9.111 empresas

Andan entusiasmados en la Generalitat de Cataluña ante la supuesta Operación Retorno de las empresas que se tuvieron que ir tras el golpe del 1-0. Y de tanto sobreactuar, no paran de hacer el ridículo. Cualquiera que les escuche celebrar el regreso a la Diagonal de Barcelona de los dos buques insignia del grupo la Caixa, la Fundación Bancaria y Criteria, pensaría que la decisión de Isidre Fainé se debe a motivaciones económicas, cuando nada más lejos de la realidad. Valga como muestra la autocomplacencia de Salvador Illa nada más publicarse la noticia: «Es una constatación de que vamos por el buen camino. La estabilidad institucional, el rigor y la seguridad jurídica ayudan a tomar estas decisiones». O la del ministro de Industria, Jordi Hereu, que se apresuró a achacarla al «camino de normalización política emprendido por Cataluña». Como si tuviera algo de normal la condonación de la deuda o la locura de la cesión de las competencias del control de fronteras, extranjería e inmigración.

Ahora, que no se entiende la negativa a poner un plan de choque sobre la mesa. No confundir, por favor, con el anunciado plan de inversión de 18.500 millones hasta 2030 «en infraestructuras, modernización productiva, conocimiento e innovación, igualdad de oportunidades y buen gobierno», que eso no tiene nada que ver con una bajada de impuestos que atraiga a los empresarios. La única explicación de que Romero no esté cogiendo ese toro por los cuernos es que se lo estén impidiendo desde Madrid, no vaya a ser que se carguen el relato de la «normalización» que estaría acarreando, según dicen, la vuelta de los socialistas a la Generalitat. Si las empresas del éxodo deciden retornar por la pasta, ¿dónde queda el mérito de Pedro Sánchez? ¿Qué sentido tendrían tantas cesiones a los separatistas a cambio de haber sentado a Illa en el Palau de la Generalitat y de paso apuntalarle a él en la Moncloa? De modo que en ésas andan: en intentar convencernos de que el regreso de Laboratorios Ordesa, Cementos Molins, el Sabadell o La Caixa (sin Caixabank), significa que pronto acabarán regresando la mayoría de las que se vieron obligadas a trasladar su sede. Pura propaganda. Pura ensoñación.

Porque ni Naturgy ni Cellnex ni Colonial ni Abertis ni Grupo Planeta ni Allianz Seguros tienen entre sus planes volver a Cataluña. Tampoco el resto de las grandes. Durante la presentación de resultados de 2024 el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, tuvo que disimular la risa cuando los periodistas le interrogaron por esa posibilidad: «Estamos donde queremos estar». Igual que están donde quieren Francisco Reynés de Naturgy y tantos otros.

El mapa autonómico de la fiscalidad sigue arrojando en 2025 enormes diferencias entre territorios. Y es en Cataluña donde se observa la mayor presión fiscal de España, como acaba de constatar el Registro de Economistas de Asesores Fiscales (REAF). En el lado contrario se sitúa Madrid, que vuelve a ser la región con las mayores ventajas impositivas de las comunidades autónomas de régimen común. Según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria, Cataluña es donde más se ingresa a través de los impuestos cedidos, con 4.650 millones en 2022. Fue la única del grupo de cabeza que no aplicó bonificaciones o deducciones importantes que sí pusieron en marcha Andalucía, la Comunidad Valenciana y especialmente Madrid, que únicamente ingresó 2.631 millones en impuestos cedidos a pesar de ser la autonomía con mayor renta.

El gran aliado de Illa y Romero en la Operación Retorno de empresas, Josep Sánchez Llibre, tiene toda la razón cuando se queja del «infierno fiscal» catalán desde su atalaya en la patronal Foment del Treball. Un infierno que pone palos en las ruedas, por ejemplo, a la inversión extranjera. En los nueve primeros meses de 2024, Cataluña se tuvo que conformar con un raquítico 14,6 % del total nacional, frente al 72 % de la Comunidad de Madrid. Son 3.453 millones contra 16.946, lo que equivale a decir que por cada euro que llega a Cataluña desde el exterior, Madrid recibe cinco.

Y a esto se suma que tratan al empresario con la punta del pie, que han introducido rigideces propias de otros tiempos en el mercado laboral y que han regulado el comercio y la economía hasta producir hilaridad, entre otras muchas torpezas. ¿Encima nos quieren hacer creer que la vuelta del Banco Sabadell y Criteria Caixa está marcando el inicio de un cambio de tendencia? Esperen sentados. Porque si hace ocho años las empresas se fueron por culpa de Puigdemont, ahora no volverán por culpa de Illa.