
El presidente de Telefónica, Marc Murtra, concretará la nueva estrategia en la segunda mitad de este año.
La semana económica
Telefónica arranca su nueva era con el objetivo de ser grande en Europa
Los accionistas apoyan el nombramiento de Murtra en la junta de la compañía con la confianza de que suba el precio de la acción
La nueva Telefónica será más ideológica, y habrá que ver si más rentable
El nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, tuvo que escuchar varios reproches en su estreno al frente de la entidad en la junta de accionistas del pasado jueves.
Ángel Carpintero, que trabajó en la compañía treinta y dos años y empezó como peón de redes, le echó en cara que su «forma de entrar ha sido con nocturnidad y alevosía». Artemi Suárez, que además de accionista es concejal del PP en el ayuntamiento de Langreo, aprovechó el micrófono para lanzar un speech político en el que le dijo que su nombramiento «ha sido un ataque vergonzoso del Gobierno a las empresas del Ibex 35. Me hubiera gustado que llegara por méritos propios y no por ser amigo del Gobierno. ¿No se cansa de ser chico de los recados?». Su intervención terminó con algunos aplausos del auditorio.
Murtra tuvo que escuchar algunos reproches y avisos en su primera junta de accionistas
El anterior presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, recibió también alguna andanada, especialmente del accionista José Antonio del Barrio. Le acusó de «destrozar la compañía», pero también mandó algunos mensajes a Murtra: «No podemos esperar nueve o diez años (para que se recupere el precio de la acción). Solo dos o tres años». «Controle los sueldos de los consejeros y la alta dirección, y que estén ligados a la rentabilidad. No puede ser que la compañía pierda dinero y suban los sueldos».
Entre los nueve accionistas minoritarios que finalmente hablaron, también hubo algunas alabanzas para la gestión de Pallete. En el caso de Murtra, está claro que su trabajo siempre se verá desde el prisma de que fue nombrado por el Gobierno de Sánchez.El nuevo presidente de Telefónica es un buen gestor y tiene fama de no ser sectario, a pesar de estar evidentemente ligado al Partido de los Socialistas Catalanes (PSC) y al presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Cuestiones como la reunión que organizó en París con el consejero delegado de Vivendi, segundo mayor accionista del Grupo Prisa, y el ministro de Transformación Digital, Óscar López, no favorecen precisamente su separación de la política. De hecho, a raíz de aquella reunión, algunos proxys (empresas que asesoran en su voto a inversores institucionales) recomendaron votar en contra de la ratificación del nombramiento de Murtra en la junta de accionistas. Quizá por este motivo podía haber el jueves algo de incertidumbre por lo que pudiera pasar, pero Indra, «empresa de reconocido prestigio», según incidió el secretario general de Telefónica, Pablo de Carvajal, certificó la ratificación del nombramiento de Murtra. Para los mal pensados, Indra lleva más de veinte años comprobando la asistencia y las votaciones de las juntas de Telefónica. No es algo de este año.
Hay dudas sobre que los afines a Sánchez en Prisa, en clara estampida, den guerra en la junta de accionistas
Sobre aquella reunión, que se relacionó con la presión sobre Vivendi para traicionar a Oughourlian en la presidencia del Grupo Prisa, la evolución ha sido contraria a los intereses del Gobierno. Como ya contamos en este periódico, el actual presidente de Prisa y principal accionista se ha ido garantizando la mayoría en la próxima junta de accionistas con la ampliación de capital que ha dado entrada a nuevos apoyos para él y su compra de 3,8 millones de acciones a Daniel Romero Abreu, próximo al Gobierno. Todo apunta a que Oughourlian tiene la junta ganada y hay incluso quien duda de que los afines al Gobierno, capitaneados por Global Alconaba, den guerra en la junta.
Hecho este paréntesis, y descartado Prisa para los propósitos propagandísticos del sanchismo (al menos mientras esté Oughourlian), habrá que ver si Movistar Plus ejerce o no ese papel. Desde luego tiene al frente a la persona apropiada para llevarlo a cabo: Javier de Paz, su nuevo presidente, que llegó al consejo de administración de Telefónica en el año 2007 recomendado por el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Lo que parece descartado es que Telefónica se haga cargo de TelePedro, el nuevo canal de televisión que el Gobierno quería impulsar para extender sus mensajes. También parece descartado, al menos de momento, que Telefónica absorba Indra. Según fuentes conocedoras, a Murtra le hubiera encantado hacerlo para dar ese factor diferencial que habría hecho subir la acción de Telefónica, pero hoy por hoy no parece estar sobre la mesa.
Con este escenario, y ya con el apoyo de los accionistas garantizado, Murtra se centra en la nueva etapa de Telefónica, que pasa por hacer grande a la compañía en nuestro continente. «Nuestra prioridad es Europa, Europa y Europa», señalaba en la junta de accionistas. El objetivo es protagonizar la consolidación europea para construir grandes telecos que hagan frente a las chinas y americanas. Todo ello con racionalidad y «disciplina económica de hierro, y simplificando la compañía». Fuentes cercanas a la empresa no descartan que haya reducción de empleo.
El plan más concreto se dará a conocer en la segunda mitad de este año, después de la reflexión estratégica en la que Murtra dice estar trabajando con su equipo. Le falta acabar de completarlo, y ver cómo se va engarzando la combinación de una dirección con profesionales muy reconocidos, como el nuevo consejero delegado, Emilio Gayo, y otros miembros de perfil más político, como el economista y nuevo vicepresidente, Carlos Ocaña, que escribió sobre la tesis de Sánchez.