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Ventilador

Ventilador o aire acondicionado

Ventilador o aire acondicionado, ¿qué elegir según la OCU?

A la hora de combatir el calor surgen dudas sobre cuál es la opción que más conviene, por eso la OCU informa sobre la mejor forma para refrigerar nuestros hogares

Aparte de los clásico métodos para combatir el calor cómo una ducha fresca o beber agua fría, es importante analizar los sistemas de refrigeración del hogar para poder elegir. La OCU ha realizado una comparación de precios, consumo y otras prestaciones para poder decantarte entre ventilador o el aire acondicionado.

Existe una gran diferencia entre ambos aparatos, siendo poco comparables, pues el ventilador realmente no cuenta con un sistema de refrigeración sino que se basa en mover el aire de la habitación. Sin embargo, continua mejorando la sensación de frescor y confort. Por ello, en muchas ocasiones un ventilador se presenta como una solución más que suficiente.

Dicho esto, existen ciertos parámetros que nos permiten compararlos, como el consumo. Primero hay que definir las horas estimadas de funcionamiento de cada aparato. Cuatro horas, de 18 a 22h, en el caso del aire acondicionado y siete en el del ventilador, el cual suele seguir funcionando incluso por la noche. También se ha de tener en cuenta que en fin de semanas, que uno pasa más tiempo en casa, el tiempo podría incrementarse hasta ocho horas de media.

Por tanto, los cálculos incluyen 200 horas de uso al mes, en el caso del aire acondicionado, y 340 en el del ventilador. Como el consumo de luz depende de la potencia del equipo, utilizando datos estándar se deduce que lo más económico es un ventilador muy eficiente, y lo más caro, un aparto de aire acondicionado poco eficiente. Centrándonos en el consumo, el coste mensual de un equipo de aire acondicionado será en torno al doble o el triple que el de un ventilador de alta potencia.

Los ventiladores del mercado pueden funcionar con corriente alterna (AC) o con continua (DC) aunque los ventiladores DC son más eficientes. Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la habitación, más grande debe ser el ventilador para que este se ajuste al espacio. Entre sus ventajas se incluye el poco ruido que hacen, que proporcionan un flujo de aire uniforme, son adecuados para habitaciones grandes y suelen llevar una lámpara para iluminar la estancia.

Sin embargo, realmente no refrigeran la estancia en la que se instalan, si la temperatura es muy alta, a penas suele notarse la sensación de fresco y debe de estar situado cerca de las personas para poder refrescarlas. Su precio suele variar entre los 40 a 270 euros.

Por otro lado, los aires acondicionados, que suelen ser sistemas con bomba de calor, son capaces de trasladar la energía térmica de una manera eficiente desde un sitio a otro, en lugar de generar el calor directamente. La instalación de estos equipos es más costosa que la del ventilador de techo, en torno a los 250 euros.

Entre sus ventajas se encuentra la versatilidad, pues pueden generar tanto calor como frio y suelen contar con un «modo ahorro energético», lo que puede suponer un 30% de ahorro adicional. Sus inconvenientes son su elevado precio, pues exige una inversión mayor en la compra y la instalación, la cual puede llegar a costar entre 250 y 500 euros. Además, si vives en una comunidad de vecinos y necesitas instalar la unidad exterior en las paredes exteriores, esto deberá ser autorizado por la junta de vecinos previamente. El precio del equipo suele estar entre 330 y 1.650 euros.