EE.UU
Así se ha disparado la inflación en Estados Unidos desde que Biden es presidente
La Ley de Reducción de la Inflación, firmada en agosto, es una iniciativa que contempla más fondos para combatir el cambio climático, pero que no ataca el encarecimiento de los productos
En agosto del presente año, Joe Biden firmaba la Ley de Reducción de la Inflación, una iniciativa que, bajo el barniz de luchar contra el encarecimiento de los productos, contemplaba una mayor partida de fondos para combatir el cambio climático, un aumento de impuestos a las empresas y el objetivo de ampliar las coberturas médicas. Lo hizo pese al rechazo frontal de la oposición republicana tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
Los demócratas propusieron también un impuesto mínimo del 15 % a las compañías con beneficios superiores a los 1.000 millones de dólares. El objetivo es aumentar la recaudación para invertirlo en energías limpias y para reducir la emisión de los gastos contaminantes. Es decir, que
Sin embargo, pese a ese cúmulo de impulsos, el peligro inflacionista subyace de fondo y sigue sin ser abordado pese al nombre que lleva la ley. La tasa de variación anual del IPC –principal herramienta para medir la inflación– en Estados Unidos se situó durante el mes de septiembre en el 8,2 %. Así, la variación mensual de la inflación fue del 0,2 %, de manera que la inflación acumulada de 2022 se colocó en el 6,5 %. En 2020, año en el que Biden venció en las elecciones a Donald Trump, Estados Unidos había cerrado el curso con una inflación del 1,4 %, la menor en cinco años.
Un 2022 muy complicado
La inflación se ha descontrolado a lo largo de 2022 en el país norteamericano por 'culpa' de la energía, los alquileres y la alimentación, que han disparado la subida.
Ello ha provocado que la Fed (Reserva Federal de los EE.UU) haya vuelto a subir los tipos de interés en 75 puntos hasta su mayor nivel desde 2008. El precio del dinero es el mayor desde que aquel año se desencadenara la crisis financiera tras la quiebra de Lehman Brothers. La Fed apuntó hacia la guerra de Rusia en Ucrania, factor que está empujando la tendencia inflacionista al alza.
Subir las tasas de interés bruscamente para contener la inflación puede ser una medida eficaz, pero políticamente muy impopular porque sube el coste del crédito.
La preocupación es tal que Biden ha contemplado reducir los aranceles a China para combatir el alza de precios, una de las medidas estrella de la anterior administración, la de Donald Trump, durante su guerra comercial con el gigante asiático.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo que «ciertas reducciones a los aranceles podrían estar justificadas» para contribuir a que bajen los precios.
Hasta entonces, Biden los ha mantenido porque consideraba que algunos de ellos resultan importantes para garantizar la seguridad nacional de Estados Unidos.
Defensa de su agenda económica
«Los estadounidenses están sofocados por el coste de la vida, eso ha sido cierto durante años y no necesitan que ningún informe se lo diga», ha indicado recientemente el presidente, que considera que es «crucial» dar a las familias de clase media «un respiro».
El mandatario ha añadido que la lucha contra la inflación es algo global que afecta a los países, y que en su caso su máxima prioridad son las familias de trabajadores.
La situación económica y la inflación es uno de los temas que marcarán las mencionadas elecciones legislativas del próximo 8 de noviembre. Pero ya es un hecho que altos cargos demócratas han estallado contra el partido por los errores en la campaña, es decir, prestarle más atención al aborto que a la economía. Así las cosas, dan ya por perdida la Cámara de Representantes y dudan que puedan retener el del Senado.