Fundado en 1910

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, durante su intervenciónEP

BCE

Nueva advertencia de De Guindos al Gobierno: «Hay que evitar el conflicto entre política monetaria y fiscal»

El vicepresidente del BCE dibuja un horizonte sombrío en lo económico y vaticina que la inflación aún continuará en el 7 % en Europa el próximo año

Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha advertido este miércoles al Gobierno de que la política fiscal que aplique tiene que ser necesariamente compatible con la política monetaria de la zona euro, «en proceso de normalización».

De Guindos ha inaugurado la segunda jornada del XXIX Encuentro Financiero organizado por Deloitte, ABC y la Sociedad de Tasación. Allí, señalando el contexto de desaceleración económica, ha insistido en que estas dos políticas no pueden ni deben «entrar en colisión».

Como ejemplo, el vicepresidente del BCE ha recordado lo que sucedió en el Reino Unido con la anterior primera ministra, Liz Tuss, cuyo plan fiscal para las grandes fortunas, a las que recortaba los impuestos, provocó la intervención del Banco de Inglaterra tras el aumento de la prima de riesgo y la caída de la libra.

«Los gobiernos de la eurozona deben ser conscientes de una política fiscal prudente», ha dicho.

Tensión inflacionista

Por otro lado, De Guindos ha considerado necesario «no infraestimar» las tensiones inflacionistas y su consistencia y ha pedido fijarse en la inflación subyacente y en los efectos de segunda ronda.

El dirigente ha desvelado que el BCE va a seguir en su proceso de normalización de la política monetaria, incluyendo subidas de tipos que se extenderán hasta que la inflación se aproxime al objetivo establecido por el propio BCE del 2 %. «Continuaremos elevando tipos hasta llegar al objetivo de estabilidad de precios», ha declarado.

Sobre las previsiones de la inflación, prevé que el IPC de la eurozona continúe en torno al 10 % en los próximos meses y se desacelerará a partir del segundo trimestre de 2023. Sin embargo, espera que la inflación se mantenga en niveles elevados durante el próximo año, en línea con las previsiones publicadas ayer por la OCDE, que estima un IPC del 6,3% para el conjunto de la eurozona.

Igualmente, ha indicado que el BCE comenzará a discutir en su reunión de diciembre el proceso de reducción del balance de sus activos. «La normalización de la política monetaria se inicia siempre con subidas de tipos y, en un momento dado, debido a que se han comprado muchos activos durante la pandemia y en momentos de menor inflación, el siguiente paso es reducir el balance a través de una reducción de las posiciones en esos valores», ha explicado.

Política monetaria y fiscal

Las políticas monetaria y fiscal son muy diferentes, pero aunque una es independiente de la otra, interactúan juntas.

​La política monetaria trata de mantener estables los precios de los bienes y servicios que compramos, y el banco central trata de asegurar que la inflación —la tasa de variación de los precios generales de los bienes y servicios a lo largo del tiempo— sea baja, estable y predecible.

La política fiscal, en cambio, se refiere a las decisiones económicas de los Gobiernos, entre ellas, las de decidir gastar dinero en prestar servicios públicos, apoyar a la economía, paliar desigualdades... recaudando ese dinero a través de impuestos u obtenerlo prestado en los mercados financieros.