Los datos que debes revisar para saber si tu empresa te está pagando lo que corresponde

Entender y saber leer una nómina salarial resulta un reto para muchos. Todos los nombres de conceptos y números que aparecen en ella –devengos, deducciones, en especie…– pueden parecer estar escritos en otro idioma para aquellos que no los manejan, lo que ocasiona que uno acabe más confundido de lo que estaba.

Es importante saber qué significan todas estas cosas, y también saber leer la nómina, para evitar posteriormente malentendidos con la empresa y siempre recibir el sueldo que te corresponde, con las retenciones de IRPF correctas para no llevarte las manos a la cabeza cuando presentes la declaración de la Renta. De esta manera sabes que te están pagando y cómo funcionan los salarios en donde trabajes. Para esto, hay tres datos principales que debes saber interpretar.

Las nóminas en realidad dan más información de la que creemos, por ello hay que estar muy atentos a lo que en ella está escrito y fijarnos especialmente en estos tres apartados. El primero versa sobre la antigüedad del trabajador en la empresa y usualmente puede leerse en la parte superior de la nómina. Esta información debe coincidir con la fecha real en la que entraste, de no ser así la empresa se ha equivocado o podrían estar engañándote.

El segundo apartado que se debe tener en cuenta es la categoría profesional. Esta también se suele encontrar en la parte superior del documento. Aquí la categoría debería coincidir con todas las funciones que estás realizando. Por ejemplo, si en categoría aparece «auxiliar», y no lo eres, la empresa te podría estar pagando menos.

El tercer, y último, punto a saber es entender qué significan los diferentes conceptos de salario. Por ejemplo, no es lo mismo «salario líquido» que «salario bruto». Lo que recoge que tiene que ganar cada persona, según los convenios colectivos y las tablas salariales, es el salario bruto, por ello querrás prestarle atención a este apartado.

Asimismo, hay que tener en cuenta que al salario bruto se le agregan descuentos de cara a las cotizaciones de la Seguridad Social y al IRPF. De estos descuentos resulta el salario líquido.