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La ley contempla un periodo de descanso mínimoVO

Empleo

El tiempo de descanso que todo trabajador en España debe tener, según el Estatuto del Trabajador

Para que el desempeño del trabajador sea eficiente, los descansos durante la jornada laboral adquieren una importancia especial

El tiempo de descanso es una de las garantías fundamentales contempladas en el Estatuto de los Trabajadores en España, que busca proteger la salud y el bienestar de los trabajadores. Según lo estipulado en esta normativa, todos tienen derecho a disfrutar de un período de descanso que le permita desconectar de sus labores y recuperar energía para el ejercicio de sus funciones.

Todo esto se refleja especialmente en trabajos con jornadas de larga duración. Por ello, el Estatuto de los Trabajadores, en el apartado cuarto de su artículo 34, establece un descanso «no inferior a 15 minutos» para aquellos empleos con jornadas superiores a seis horas.

Asimismo, para los empleados menores de 18 años, la ley establece un periodo de descanso mínimo de 30 minutos cuando la jornada laboral supere las cuatro horas y media. Además, estos «no podrán realizar más de ocho horas diarias de trabajo efectivo, incluyendo, en su caso, el tiempo dedicado a la formación», según establece el artículo correspondiente.

Número de horas ordinarias

Por otro lado, también se establece un periodo mínimo de 12 horas entre el final de una jornada y el inicio de la siguiente, según lo determina el Estatuto de los Trabajadores. Asimismo, la duración de las horas ordinarias de trabajo efectivo no podrá superar las nueve diarias, salvo que un convenio colectivo disponga otra distribución.

Ante ello, un estudio de la Universidad de Harvard señaló que una de las claves para garantizar el bienestar del trabajador y aumentar su efectividad es contar con un amigo o compañero con quien mantener una relación de confianza.

Consecuencias del exceso de trabajo

Los efectos del exceso de trabajo sobre la salud pueden ser tanto directos como indirectos. El estrés asociado a las largas jornadas laborales puede tener un impacto directo en la salud, al mantener al organismo en un estado constante de alerta o huida.

A su vez, como demuestran las investigaciones, es posible que estos efectos negativos sobre la salud no empiecen a notarse hasta pasados unos años.

De hecho, aunque los efectos más fuertes se observan en los trabajadores que trabajan más de 55 horas semanales, también se observan en los trabajadores que trabajan más de 40 horas semanales.