Perfil
Marta Ortega, el paso al frente de la ‘zarina’ que presidirá Inditex
Un recorrido por la vida de Marta Ortega, la nueva presidenta de Inditex
Marta Ortega presidirá Inditex en sustitución de Pablo Isla
La imagen de Amancio Ortega Gaona fue un secreto durante décadas. Solo se conocía su cara por una antigua foto del DNI en blanco y negro, publicada en su día por una revista. En 1999, su rostro apareció en la primera memoria de Inditex, una revelación motivada porque la empresa salía a Bolsa. Al año siguiente, fue un diario local, La Opinión de A Coruña –en concreto su jefe de fotografía, Víctor Echave– el que lo retrató mientras desayunaba en una cafetería de un barrio de la ciudad. Una enorme exclusiva –la primera foto de Ortega como ‘civil’– que llegó justo en el año en que se abrió la veda. Y es que en 2000 nació Casas Novas, el gran complejo hípico que Amancio montó para su hija menor, Marta, en un municipio limítrofe a A Coruña. En los concursos allí organizados, de relevancia internacional, la presencia del empresario se tornó, de repente, de lo más común. «Lo que no se haga por una hija…», se decía en los corrillos del club hípico. A Ortega, que llevaba décadas viviendo en un discretísimo anonimato, de repente se le podía fotografiar a todas horas, de charla con su familia o con la jet set que frecuentaba Casas Novas, un lugar donde tan pronto te cruzabas con la infanta Elena como veías saltar a Athina Onassis, heredera de desgraciada trayectoria vital.
También Marta se dejaba ver. No solo encima de los caballos, que montaba con bastante destreza, sino saludando amablemente a todo aquel que se le acercase. La hija menor del hombre que jamás ha sido entrevistado –conscientemente– se aproximaba a los corrillos de los periodistas para preguntar qué les parecía todo aquello. Los plumillas, prejuiciosos en grado sumo, esperaban toparse con una chica con acento a lo Tamara Falcó, pero se sorprendían al escuchar a una muchacha tímida, educada y simpática, interesada en agradar, que te aconseja cuáles eran las pruebas que no te podías perder e incluso por quién apostar. El firmante de este texto obedeció y debe al buen ojo caballístico y cabalístico de la heredera un premio de 100 euros.
En ese planeta equino en el que se habla con naturalidad de caballos de 300.000 euros fue donde conoció al que fue su primer marido, el jinete asturiano Sergio Álvarez Moya. Aquello duró solo cuatro años (2012-2015). Del matrimonio nació en 2013 un bebé llamado Amancio, alumbrado en un hospital privado de la ciudad con el seguimiento de los doctores Devesa y Durán, éste último miembro de la familia que más coruñeses ha traído al mundo en la historia. Cuentan que en ese centro sanitario trabajaba una enfermera que atendió tan bien a la recién parida y a su bebé que, una vez que recibió el alta, Marta acabó contratándola para el cuidado del crío.
A ese niño quiso darle una infancia normal. A estas alturas estará ya jugando con la Game Boy, pero cuando empezó a dar sus primeros pasos era muy común verlo en los parques infantiles públicos de la ciudad, en concreto en los de la Marina y Méndez Núñez. Su presencia se detectaba inmediatamente: sin duda alguna, el peque estaba allí cuando dos señores trajeados, fornidos y en apariencia sin críos al cargo vigilaban el perímetro de la instalación desde esquinas diferentes.
Preparación para el relevo
Marta Ortega, de 37 años, nació un 10 de enero de 1984 en Vigo, ciudad en la que su madre, Flora Pérez Marcote (A Coruña, 1952) era entonces empleada de Zara. Dos años después, en 1986, Amancio se divorciaba de mutuo acuerdo de su primera mujer, Rosalía Mera, según se recoge en el libro De cero a Zara, de Xabier R. Blanco y Jesús Salgado.
Físicamente, Marta se parece mucho a su progenitora, una mujer a la que tampoco se le han subido los humos a la cabeza. De hecho, en más de una ocasión sus vecinos han comprobado con notable asombro no solo como Flori –así se le conoce en el círculo Inditex– retiraba las heces de su perro de la acera –como ordenan las ordenanzas municipales– sino que iba más allá y a continuación activaba un spray limpiador para dejar impecable el adoquinado –lo que no se contempla, aunque debería, en las normas locales–.
Marta se educó entre A Coruña, Suiza y Londres. En la ciudad gallega y en la inglesa estudió Empresariales (al otro lado del canal de la Mancha lo hizo en la prestigiosa European Business School londinense). Al contrario que la hija mayor de Ortega, Sandra –hoy día, la mujer más rica de España, nacida del matrimonio de Amancio con Rosalía Mera, celebrado en 1966, según se recoge en el libro Rosalía Mera. El hilo suelto, de Xabier R. Blanco–, que ha preferido mantenerse al margen de la gestión de la empresa textil, Marta se adentró pronto en los dominios paternos. Cuentan que fue la propia joven la que sugirió a Ortega que crease una nueva marca de ropa joven y rompedora, pues en su adolescencia no encontraba qué ponerse en las tiendas del imperio paterno. Nació así Bershka en 1998.
Fue esa la época en la que una cadena local de televisión, Localia, captó una curiosa reflexión de Amancio mientras recibía en la sede de la empresa al presidente de Uruguay. En las entrañas de Inditex apareció de repente un vestido colorido que no era de su agrado: «Ha sido un éxito en Italia. Yo de moda ya no entiendo nada», decía el empresario, que desconocía que estaba siendo grabado. Quizá por eso empezó a confiar en el olfato de su hija mejor. Un olfato que se ha ido desarrollando a base de trabajo. Ya más talludita, se fue a una tienda de Zara del barrio de Chelsea, pero no a pasar perchas, sino a colocarlas y a servir a los clientes. También pasó por locales de Tordera y Shanghái. Hace once años, en 2010, empezó a trabajar en las oficinas centrales de Inditex. En 2017 acudió por primera vez a una junta de la empresa. Ayer fue designada presidenta.
Su boda y vida junto a Carlos Torretta
Es el mejor momento de la vida de Marta. Ha llegado a la cima empresarial. Y en el amor le va muy bien. Tras el fracaso de su matrimonio con el jinete asturiano, apenas profundizó en la soltería. A comienzos de 2016 acudió a la fiesta de cumpleaños de la modelo Eugenia Silva y acabó encontrando el amor: conoció a Carlos Torretta, hijo del famoso diseñador Roberto Torretta. Se casaron el 16 de noviembre de 2018.
Su boda con Torretta fue el mayor acontecimiento social vivido en A Coruña desde aquellos tiempos en los que Franco convertía la ciudad gallega en la capital de la España veraniega. ‘Vanity Fair’ publicó que el coste del enlace no bajó de los cuatro millones de euros, dineral en el que se incluyeron los cachés de artistas como Norah Jones, Chris Martin (el vocalista de Coldplay) y Jamie Cullum. La música siempre ha sido una de las pasiones de Marta. Los coruñeses la han podido ver en un jazzístico concierto de Woody Allen en el Palacio de la Ópera pero también de madrugada en el antiguo pub Garufa, situado muy cerca de su casa, bailando al ritmo de Rockers Go To Hell, una banda local de émulos de Elvis.
El 21 de marzo de 2020, en el mismo hospital Quirón en el que había nacido Amancio, vino al mundo su primera hija, Matilda. La familia y uno más vive en el ático de la inmensa casa que Ortega posee en la milla de oro local, inmueble situado justo enfrente de la casa de la coruñesa más ilustre de todos los tiempos, Emilia Pardo Bazán. Por cierto, Flora colabora con la casa-museo de la escritora que hay en ese edificio vecino. El de Ortega es un casoplón que en su parte trasera luce imponentes galerías, arquitectura que le ha valido a Coruña el sobrenombre de «ciudad de cristal». Hoy día, la urbe, en su día famosa por las gestas futboleras del Dépor, es más conocida por ser la cuna de Inditex.
Las revistas del corazón han contado que la pareja se ha comprado una vivienda de lujo en Madrid, en el mismo barrio que los padres de Roberto, pero siguen residiendo en la ciudad coruñesa, y de las palabras de Marta se deduce que lo seguirán haciendo. En una entrevista que concedió en verano a ‘The Wall Street Journal’, sentenciaba: «Permanecer en A Coruña ha sido parte del éxito de la empresa»”. La ciudad gallega fue el cable a tierra de su padre y todo indica que lo será también de su hija menor.
Los dos tienen trabajo que atender en la sede de Inditex en el vecino ayuntamiento de Arteixo: Carlos Torretta forma parte del departamento de Comunicación de zara.com y Marta continúa dando el callo diario, al estilo de su padre, en el área de diseño de producto de Zara Woman.
Una exposición a la vista
Recientemente, este mes, acudió a la apertura de una tienda de Zara Home Kids en una céntrica vía coruñesa, muy próxima al lugar donde empezó todo en 1975, cuando un 15 de mayo su padre y la que entonces era su mujer, Rosalía Mera, abrieron el primer Zara en la calle Juan Flórez. Pero más que en estas labores de supervisión, la ‘zarina’ ha estado atareada en los últimos tiempos en el lanzamiento de Zara Beauty, la nueva línea de maquillaje de Inditex, y en la exposición de Peter Lindbergh que se inaugurará este sábado en las instalaciones del puerto coruñés. Desde hace ya varios días, en la ciudad conviven las luces navideñas con decenas de carteles de esta muestra monográfica que resume la obra del fotógrafo de su boda con Torretta.
Es la primera iniciativa cultural, al menos conocida, en la que se involucra personalmente. En un tiempo récord, Inditex ha habilitado unos silos y una nave industrial que estaban desocupados para albergar la exposición, que el ‘Financial Times' ha calificado como una de las cinco grandes citas culturales a nivel mundial de este otoño-invierno. Lamenta a menudo César Antonio Molina, ex ministro de Cultura e hijo predilecto de la ciudad, que de unos años a esta parte A Coruña solo salga en el Telediario con motivo de algún suceso. Marta Ortega ha cambiado esta tendencia al menos durante unos días. Es la semana grande de la hija menor de Amancio: debuta como prestigiosa mecenas cultural al mismo tiempo que se eleva a la presidencia del gigante Inditex.