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Vodafone y Orange intentaron fusionarse en Francia hasta enero de 2021ALBERTO CEREZO

Rumores

Vodafone y Orange trasladan su fusión a España bajo la mirada de la CNMC

El posible monopolio, la decisión del Gobierno y los derechos del fútbol también son parte de la estrategia

La situación tan delicada que viven el sector de las telecomunicaciones en los últimos años hace que muchos operadores pongan su supervivencia en manos de las fusiones.

El low cost crece y el mercado es limitado a unos 60 millones de abonos en móviles y casi 18 en el caso de la fibra. Esas cifras son las que se tienen que repartir las compañías y los datos aseguran que Digi es la que más crece, pero lo hace con unas facturas medias muy bajas en relación con Movistar que tiene unos ocho millones de clientes que pagan una media de 81,60 euros en su factura mensual.

Vodafone ha adelgazado mucho su personal con despidos en los últimos años y el cierre de tiendas. Se desmarcó de la guerra del fútbol porque aseguró que los precios eran desproporcionados. Ha crecido exponencialmente en su línea del internet de las cosas y sobrevive con una media de factura más baja que la de Movistar.

«En Vodafone queremos jugar un rol activo en el proceso de consolidación de las telecomunicaciones en España», declaró Colman Deegan, CEO de Vodafone en España, hace unos días. Mientras que su homólogo en Orange, Jean-François Fallacher, advirtió que son la segunda operadora en España y enseñó su músculo empresarial anunciando que negociarán con Movistar y Dazn por emitir el fútbol.

Monopolio

Aquí es donde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) entra en juego. El organismo que ha velado, por ejemplo, por que no haya monopolio en la compra y explotación de los derechos del fútbol en España, también tendrá que decidir si una posible fusión entre Vodafone y Orange no perjudica a la foto fija de las telecomunicaciones en España.

Los números no cuadran y el monopolio sobrevuela la fusión. Tanto en fibra como en móvil la suma de las dos compañías coparía la mitad del mercado. La dominancia Vodafone-Orange dejaría tocada a Movistar y hundiría al resto de las compañías.

El fútbol

El fútbol podría ser es extra con el jueguen, aunque el poder sobre la negociación empieza en Movistar que podría recaudar más dinero al revenderlo a una nueva teleco más potente, pero abriría las puertas a la salida de abonados.

La partida ha comenzado y la fusión dependerá de muchos factores, entre ellos, el visto bueno del Gobierno que sabe que este tipo de decisiones son muy delicadas por la caída de las piezas del dominó en el futuro. 

En el caso de su intento de fusión en Francia, el gobierno francés bloqueó la operación al negarse a que la sede quedase instaurada en Londres. Hay que recordar que el 23% de Orange es de inversión pública gala.