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El canciller alemán, Olaf Scholz en el parlamento germanoEFE

Crisis energética

La segunda energética alemana pide un rescate a Berlín tras el corte del gas ruso

VNG se ha visto obligada a buscar en un mercado saturado, el gas que ha dejado de recibir desde Rusia. La compañía calcula unas pérdidas de 100.000 millones

La compañía gasística alemana VNG anunció este viernes que se dispone a solicitar del Gobierno alemán una serie de «medidas de estabilización» con el fin de «evitar ulteriores daños y garantizar la capacidad de actuación» del consorcio.

Con ello, se convertirá en la segunda energética en dar este paso, después de que Uniper, el principal cliente extranjero de la rusa Gazprom y primer suministrador de gas de Alemania, hiciera lo propio el pasado mes de julio.

«A consecuencia de los efectos de la guerra rusa para los mercados energéticos, VNG se ha ido encontrando sin culpa propia en una situación financiera cada vez más crítica,» señaló la empresa, el tercer mayor importador de gas de Alemania, en un comunicado.

VNG calcula unas pérdidas por valor de 100.000 millones de euros

Para sustituir las importaciones de gas ruso contratado a precios fijos que se han visto afectadas por el corte de suministro de Gazprom, la compañía alemana ha tenido que acudir a los mercados y pagar importes «masivamente elevados», agregó.

En el caso de un contrato directo con Gazprom, VNG calcula que la interrupción del flujo de gas le producirá este año pérdidas por valor de 100.000 millones de euros, incluso teniendo en cuenta el alivio que supondrá la aplicación del nuevo suplemento del gas a los consumidores finales a partir del próximo 1 de octubre.

No obstante, dichas pérdidas podrán ser afrontadas por la compañía y por sus accionistas, indicó el comunicado.

Corte de un contrato inasumible

Por el contrario, existe otro contrato con una compañía importadora alemana que también se ha visto obligada a interrumpir el suministro debido a las circunstancias y, en las últimas semanas, ambas han negociado bajo los auspicios del Gobierno alemán para encontrar una solución.

Ésta, sin embargo, causaría a VNG una «carga financiera que no es asumible», indicó la empresa, con sede en Leipzig (este), que no cuantificó a cuánto ascendería dicha pérdida, aunque justificó con ella la decisión de solicitar el rescate del Estado.

Este paso es «necesario para reducir las pérdidas ya generadas y las que se prevén hasta unas dimensiones que VNG y sus accionistas puedan gestionar y así garantizar la capacidad de funcionamiento del mercado del gas y la seguridad del suministro,» señaló la compañía.

No obstante, en paralelo continuarán las conversaciones con el Gobierno y con los accionistas -de los cuales el principal es la energética EnBW- para buscar otras oportunidades de estabilización.

Como parte del rescate de Uniper, el Estado alemán ha adquirido el 30 % de las acciones de la compañía y ha ampliado la línea de crédito de la que dispone en el Banco de Desarrollo alemán (KfW) de 2.000 a 9.000 millones de euros.

Como parte de las medidas acordadas por el Gobierno para paliar la crisis energética, a partir del próximo 1 de octubre los proveedores de gas podrán trasladar a sus clientes finales un 90 % de los costes adicionales generados a consecuencia del corte de gas ruso, lo que se traducirá en un importe de 2,4 céntimos por kilovatio/hora.

Para compensar la consiguiente subida de precio para los consumidores finales, el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció el mes pasado una reducción temporal del IVA del gas del 19 al 7 %.