Drama en el sector panadero español
El 'annus horribilis' de los panaderos: «El Gobierno, que nos declaró esenciales, ahora nos deja de lado»
Eduardo Villar, presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería y Bollería: «En esta Agenda 2030 parece que no hay sitio para nosotros»
Los pequeños panaderos y pasteleros han dicho basta. Tras un annus horribilis, donde cerraron más de 600 establecimientos, según datos de Ceoppan, han apagado sus hornos de forma simbólica para reclamar al Gobierno que haga algo.
«Nos declararon esenciales durante la pandemia de la covid, y desde entonces nos han dejado de lado», lamenta, en conversación telefónica con El Debate, Eduardo Villar, presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería y Bollería.
«Durante el confinamiento se pasó mucho miedo, pero nuestro compromiso fue no dejar ni un solo pueblo ni abandonado ni desabastecido», recuerda. Un esfuerzo que sin embargo, parece no verse recompensado ahora que el exponencial aumento de los costes de producción les ha colocado entre la espada y la pared. «Los enormes incrementos, tanto en la energía, como en las materias primas, nos han puesto en una situación límite. Le pedimos al Gobierno que actúe» demanda.
Distribuimos por carretera incluso a los pueblos más remotosConfederación Española de Panadería, Pastelería y Bollería
La reducción del IVA del pan común del 4 al 0 % y las ayudas para el transporte por carretera palían en parte la situación, pero no son suficientes. «Un gran porcentaje de nuestros productos se distribuye por carretera a todos los municipios, incluso a los lugares más remotos, pero las 12.000 pequeñas y medianas empresas que conforman nuestra asociación siguen sin estar cubiertas», añade nuestro interlocutor.
Panaderías que cierran
Cuando una panadería artesanal de barrio o pueblo cierra, muere con ella un bien social. «El pan y la bollería hechos de manera artesanal son cultura y tradición. Cuando una panadería muere, se lleva por delante unas recetas y un modo de hacer que son cultura», recuerda.
«En esta Agenda 2030 no hay sitio para los panaderos artesanales. Con los costes del gasoil y de las materias primas vamos a dejar de abastecer a los pueblos», advierte, a la vez que recuerda que tal y como están las cosas, ellos no pueden competir contra las grandes superficies en estos días de mucha actividad por los roscones de Reyes. «Ellos ya los tienen hechos y con los costes pactados de antemano. Los pequeños necesitamos del mismo apoyo que se les da a los grandes» explica.
Paros simbólicos
Los panaderos reclaman «igualdad de condiciones» para un sector «tan esencial» como el suyo.
Ceoppan recuerda que sus 12.000 micro, pequeñas y medianas empresas dan trabajo actualmente de manera directa a 190.000 personas en nuestro país, a pesar de que el año pasado se cerraron dos panaderías cada día.