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Un VTC de CabifyCabify

Cabify le gana al taxi un contrato con RTVE de más de un millón de euros

La compañía de VTC se lleva la licitación para prestar servicio de coches con conductor para programas e informativos en Madrid

La guerra en el sector de los vehículos con conductor suma un nuevo episodio. Así, Cabify se ha impuesto en el concurso público de Radio Televisión Española (RTVE) para el servicio de transporte del ente público para este 2023.

Sorprendentemente, la compañía española de movilidad ha logrado la victoria en Madrid tras rebajar en un 32 % el precio de la licitación, según aparece en el portal de contratación, lo que llevó a Radio Taxi a interponer un recurso alegando que la oferta de su competidora «era anormalmente baja».

Finalmente, Cabify se ha adjudicado un contrato en exclusiva para la capital de España que asciende a algo más de un millón de euros (1.002.122 euros), a pesar de que el sector del taxi denunciaba que el descuento ofrecido por esta era sospechoso. La compañía de VTC se defendió alegando que había presentado una solicitud «viable» y que cubriría todos los costes, razón que atendió el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.

De esta manera, los empleados y colaboradores de RTVE utilizarán este servicio de coches con conductor tanto para la producción de programas como para los informativos.

El caso de Barcelona

En el caso de Barcelona, la licitación será compartida por Cabify –a través de Prestige & Limousine, su filial– con otras tres empresas del sector del taxi: Ecotaxi Barcelona, Join Green Intelligence y Radio Taxi Sant Cugat, por un importe que esta vez queda por debajo del millón de euros (984.500 euros).

En el concurso, solo una empresa quedó descartada de la adjudicación por la cual se dará servicio al personal de RTVE Cataluña e invitados de la provincia.

La madre de todas las batallas

Desde la llegada a España de los conocidos como vehículos de transporte concertado (VTC), estalló una honda batalla en las calles de las principales ciudades españolas, fundamentalmente Madrid y Barcelona.

Los albores de este conflicto surgieron previamente en otros países occidentales, tras la irrupción de Uber, compañía que funcionaba de manera similar a los taxis pero con conductores particulares.

Al no existir en ese momento una regulación específica, los taxistas acusaron a esta compañía VTC de competencia desleal y lograron la primera 'victoria' cuando en mayo de 2017 la justicia les daba la razón.

El sector del taxi siempre se ha quejado de que mientras un profesional de su gremio debía invertir miles de euros en una licencia y el seguro a todo riesgo para poder operar, según dicta el sistema de licencias municipales de transporte, los VTC circulaban sin pasar estos estrictos controles.