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Repsol eleva un 30 % el dividendo tras ganar 3.168 millones en 2023, un 25,5 % menos

La energética invertirá hasta 19.000 millones en cuatro años, el 60 % en la Península, pero condiciona hasta 3.000 millones al impuestazo de Sánchez

Repsol ha anunciado este jueves que incrementará en un 30 % la remuneración a los accionistas, alcanzando los 0,9 euros por títulos y superando así objetivo de remuneración previsto para 2025 en el plan estratégico. La energética que dirige Josu Jon Imaz ha comunicado un resultado neto de 3.168 millones de euros en 2023, un 25,5 % menos con respecto a los 4.251 millones de euros ganados en el ejercicio anterior.

El beneficio neto ajustado del grupo, que mide específicamente el desempeño de los negocios, ascendió a 5.011 millones de euros, con un descenso del 26 % con respecto a los 6.774 millones de euros de 2022.

El flujo de caja de las operaciones durante el año 2023 del grupo ascendió a 7.064 millones de euros, 1.859 millones de euros inferior respecto al de 2022.

En lo que respecta a la deuda neta de Repsol, al cierre del año se situó en 2.096 millones de euros, 160 millones de euros inferior a la del cierre de 2022. El ratio de apalancamiento de la compañía a finales de 2023 se situó en 6,7 %, frente al 8,0 % al cierre de 2022.

El CEO de la energética, Josu Jon Imaz, asegura que 2023 fue «un año extraordinario», en el que el grupo alcanzó esos 7.064 millones de euros de flujo de caja de las operaciones, «la segunda mayor cifra en nuestra historia en medio de un entorno incierto y volátil».

«Esto es una clara evidencia de nuestro portafolio integrado de alta calidad, una gestión disciplinada y una estrategia de futuro. Hemos finalizado 2023 con una sólida posición financiera, logrando un progreso significativo en nuestros objetivos estratégicos y preparados para avanzar en nuestra estrategia para ser una compañía con emisiones netas cero en 2050», dijo.

Programa de recompra e inversiones

Además, se procederá a un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de acciones y se propondrá a la Junta una reducción de capital de 40 millones de acciones que se prevé ejecutar antes de finales del mes de julio mediante la amortización de acciones propias.

La compañía ha anunciado asimismo que invertirá entre 16.000 y 19.000 millones de euros netos en cuatro años y destinará más del 35 % a iniciativas bajas en carbono. La Península Ibérica representará el 60 % de las inversiones totales y Estados Unidos, el 25 %. De ellos, entre 2.000 y 3.000 millones están «condicionados a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España», es decir, al mantenimiento al impuestazo que grava a las empresas energéticas en España, y contra el que sus directivos se han pronunciado en reiteradas ocasiones.

La compañía prevé poner en marcha este mismo mes la puesta en marcha de la planta de biocombustibles avanzados de Cartagena. Esta instalación pionera, en la que se han invertido 250 millones de euros, «sin subvenciones», subraya Repsol, producirá 250.000 toneladas de combustible renovable al año y permitirá evitar la emisión de 900.000 toneladas de CO2 anuales, equivalentes a poner en las carreteras 400.000 vehículos eléctricos, el actual parque de coches enchufables en España.

A la nueva planta de Cartagena se sumará en 2025 una segunda en Puertollano. Tras una inversión de 120 millones de euros, se reconvertirá una de las unidades del complejo industrial y producirá 240.000 toneladas de combustibles renovables, garantizando la competitividad de la refinería. Repsol también prevé replicar este modelo en un tercer centro industrial en España antes del año 2030.