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Yate del oligarca bielorruso Andrey Melnichenko, cerca del puerto deportivo de MarbellaGTRES

Los activos rusos, congelados

Las sanciones paralizan las grandes inversiones inmobiliarias rusas en España

El 'boom' inversor de los rusos en Marbella o Alicante se frena en seco. «Desde que comenzó el conflicto casi no se ha cerrado ninguna operación», dicen los agentes inmobiliarios

Los ciudadanos rusos compraron una media de 3,5 casas cada día en 2021, según el Colegio de Registradores. La inversión inmobiliaria de los grandes fondos de inversión ruso se desplegó durante años por parte de la costa española, especialmente en zonas de Alicante y Andalucía. El 'boom' llegó a ser tal, que en años anteriores buena parte de los carteles anunciaban las promociones inmobiliarias en el idioma natal de Vladimir Putin.

El estallido de la guerra, y la cercanía de muchos de esos fondos de inversión con el Kremlin, han cortado en seco las compras. Las sanciones impuestas por Occidente sobre buena parte de los oligarcas rusos han alterado una parte del mercado inmobiliario español muy localizado en zonas concretas. «Determinados puntos de nuestra costa mediterránea si se verán afectadas en mayor medida, como las provincias de Málaga, Alicante o Girona, al acumular hasta un 5 % de los habitantes de esta nacionalidad», dice Francisco Sierra, director general de Casavo para España y Portugal.

En Marbella, las agencias inmobiliarias especializadas en ciudadanos rusos sufren el impacto en primera persona. Otras, dedicadas a las propiedades de lujo, han comenzado a arrastrar la caída de las transacciones con ciudadanos del país.

Aun así, la exposición del parque inmobiliario a la inversión rusa es muy limitada. De las más de 500.000 propiedades vendidas en España durante el 2021, solo el 0,23 % fueron adquiridas por ciudadanos de nacionalidad rusa. «Por ello, el impacto de la paralización de la inversión del país en nuestro tejido inmobiliario será bastante reducido», afirma Sierra.

Objetivo: los 'Golden Visa'

Durante las últimas semanas, la banca ha tenido que extremar su vigilancia sobre las operaciones desarrolladas por grandes empresarios rusos que han tratado de proteger parte de sus fortunas en el ladrillo español. En el objetivo, los Golden Visa. Ciudadanos extracomunitarios que realizan inversiones inmobiliarias en España por un valor superior a los 500.000 euros, a cambio de un visado. Muchos rusos han tratado de acceder a un permiso de residencia a golpe de talonario para escapar del castigo europeo.

El perfil de vivienda que adquiere el inversor ruso es muy concreto: viviendas en zonas costeras, con más de 100 m2. «Hemos observado cómo se han visto mermadas las previsiones de crecimiento en ubicaciones geográficas muy específicas, como es el caso de la costa alicantina y la Costa del Sol», apuntan desde Casavo.

Las sanciones ya han comenzado a alterar las inversiones. Según el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España, «desde que comenzó el conflicto casi no se ha cerrado ninguna operación inmobiliaria por rusos en España y de hecho ahora existen más trabas que nunca para este tipo de operaciones».

Un parón que podría atraer nuevas inversiones extranjeras. Desde Casavo apuntan a aquellos que residen en países de la Unión Europea con territorios limítrofes con el conflicto, motivados por la búsqueda de una mayor seguridad y condiciones de vida, «este es el caso de lugares como Rumanía o Polonia, cuyos ciudadanos podrían buscar una nueva ubicación lejos de la inseguridad y el conflicto».