El encarecimiento del alquiler se suma a la subida de las hipotecas: «Nunca había sido tan caro»

El endurecimiento de los créditos hipotecarios y el encarecimiento del alquiler, prometen un invierno complejo para todos aquellos que estén pensando en acceder, cambiar o comprar un inmueble. El Banco Central Europeo prepara una nueva subida de los tipos de interés en octubre que se sumaría al incremento anunciado la pasada semana. El valor del euro podría acabar el año por encima del 2 %, disparando aun más las cuotas y levantando barreras en la firma de nuevas hipotecas.

El Euríbor continúa su escalada imparable y se supera los 2,22 % en su tasa diaria, un nivel que no tocaba desde principios de febrero de 2009. El índice seguirá subiendo con fuerza tras los futuros cambios en la política monetaria.

Los propietarios suben los precios

A ello, se añade el encarecimiento del precio de los alquileres, fruto del tope del 2 % fijado por el Gobierno. «Los propietarios, tanto los particulares, como las empresas, no saben si va a haber un nuevo Real Decreto que cambie las reglas en mitad de la partida, como ya ha sucedido anteriormente, y que haya nuevas reglas en el alquiler, casi siempre en contra de los propietarios, y que hagan inviable destinar una vivienda al alquiler», afirma Borja Andrés, director comercial de ANA.

La inseguridad regulatoria ha provocado que los arrendadores suban los precios para cubrirse ante futuras intervenciones. Detrás del repunte de los precios, se encuentra una caída de la oferta que en ciudades como Madrid alcanza el 20 %, según los cálculos de la Agencia Negociadora del Alquiler.

Se dispara el precio de los pisos compartidos

La cuesta se acentúa también para aquellos que –buscando recortar gastos– apuestan por compartir piso. El precio de las habitaciones se ha disparado más de un 64 % en los últimos siete años. El precio medio ha pasado de los 258 euros/mes a los 423 euros, según datos de Fotocasa. El coste se desboca en las capitales más pobladas. Alquilar una habitación en Madrid roza los 500 euros, en Barcelona 553.

«La mayoría de los demandantes de vivienda compartida son jóvenes de 18 a 35 años, que en un principio comparten por comodidad y después por obligación», afirma María Matos, directora de Estudios y Portavoz del portal inmobiliario. A las condiciones laborales, la precariedad y la inestabilidad, se suma la subida de la mensualidad aplicada por los caseros.

Las alternativas se reducen. Los municipios cercanos a las grandes capitales también están sufriendo un encarecimiento de las ofertas de alquiler. En Getafe, a pocos kilómetros de Madrid, el precio ha subido un 35 % en apenas un año. Lo mismo ocurre en L’Hospitalet de Llobregat, donde el alquiler medio se ha disparado al 28 %, por encima incluso de lo ocurrido en la Ciudad Condal.

«Alquilar una habitación en un piso compartido nunca había presentado un precio tan alto como el de ahora, y lo más perjudicial es que cada año se incrementa de forma muy considerable sin tender hacia la estabilización», advierte Matos.