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El Euríbor diario supera el 2,2 % y escala a máximos de 2009Daniel Gonzalez

Vivienda

La inflación cierra la otra puerta del acceso a la vivienda: alquilar tampoco es una opción

La escalada del Euribor se traslada a los alquileres, que sufren por la subida de los precios y la caída de la oferta

El debate inmobiliario se cuela en las conversaciones de pasillo. «Me han subido el alquiler 75 euros», revela un hombre a su interlocutor durante los 20 segundos que comparten a bordo de un ascensor. El otro le consuela reconociendo que se encuentra en la misma situación. Detrás del chascarrillo, se esconde el efecto secundario que la inflación está provocando sobre la vivienda.

El rally iniciado por el Euribor no ha cerrado su influencia en torno a la compraventa de viviendas. La mancha del encarecimiento de las cuotas hipotecarias ya se extiende por un mercado del alquiler cada vez más intratable. Los propietarios han trasladado parte de ese incremento de las mensualidades a sus arrendatarios; otros, han aprovechado para ofertar sus pisos a un precio más alto. Se trata de una carrera por evitar una pérdida profunda de poder adquisitivo. El último que llega pierde.

Estamos mejor que los pisos alquilados a estudiantes en mi edificioAlbertoInquilino

«La subida estaba topada por un Real Decreto, si no hubiese sido tremendo». A Alberto le llegó un email de su arrendador hace unas semanas. Vive desde hace años en un piso del barrio madrileño de Arapiles, junto a su mujer y sus tres hijos. Reconoce que se esperaba la subida, pero –aun así– se siente afortunado. «Aún con la subida, estamos mejor que los pisos alquilados a estudiantes en mi edificio», dice.

Lo mismo le ocurrió a Sandra. Hace unos días recibió una copia de la carta que la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid le envió a su casera. En ella, le comunicaba que tras la subida experimentada por el IPC, podría trasladarle un incremento del alquiler mensual de 39 euros.

Detalle de la carta enviada a la arrendadora de SandraCedida a El Debate

España afronta de nuevo un debate al que ninguna administración se atreve a meterle mano. Un problema espinoso que cada cierto tiempo resucita. Aunque esta vez es algo diferente. La inflación cierra las dos puertas del acceso a la vivienda. La subida de los tipos de interés ha endurecido las condiciones de financiación, no solo para aquellos que cuentan con una hipoteca variable, sino también para los que se plantean la compra de un inmueble.

La oferta de alquiler ha caído un 25 % en el tercer trimestre

Lo mismo ocurre para los que viven de alquiler. La oferta de viviendas se ha reducido un 25 % durante el tercer trimestre de 2022, según un estudio publicado por Idealista. Solo once capitales de provincia españolas cuentan ahora con mayor stock de alquiler que entre los meses de abril y junio. En las otras 41, se ha reducido. Las más castigadas son Alicante –donde la oferta se ha reducido a la mitad– Palma, Barcelona y Málaga. También en Madrid o Badajoz.

La oferta cae, y los precios suben. El mercado rompe la regla que imponen los expertos. Aquella del 30 % que recomienda no utilizar más de una tercera parte de los ingresos brutos mensuales al pago de las mensualidades. Y más en un momento en el que la tormenta de los precios se extiende por la energía, los alimentos; pero no por los sueldos, estancados a la espera de un pacto de rentas que no llega.

El alquiler como un rotundo negocio

«Es un buen momento para todos aquellos compradores que no necesitan financiación», dice Elena Gutiérrez, cofundadora de Colibid al ser preguntada por este diario. La respuesta está abalada por los datos. La rentabilidad de la vivienda destinada al alquiler se disparó al 7,1 % en el tercer trimestre, según idealista. En ciudades como Madrid el alquiler ha subido un 4,2 % durante los meses de julio y septiembre. «Si la rentabilidad que sacan por el inmueble es superior al 6 %, creo que sigue siendo una inversión interesante», apunta Jack O'Grady, COO y cofundador de Colibid.

La rentabilidad crece en aquellas viviendas destinadas al alquiler compartido. El precio medio de una habitación ha pasado de los 258 euros/mes a los 423 euros en apenas siete años, según datos de Fotocasa. La situación se hace insoportable en Barcelona, donde compartir piso requiere el desembolso de 535 euros al mes, o Madrid, donde hacerlo cuesta 493 euros.

Los números tumban la posibilidad de buscar precios más competitivos en ciudades cercanas. Una habitación en una vivienda compartida en Getafe cuesta media de 436 euros al mes. Desplazarse a 30 minutos en coche de Madrid, cuesta tan solo 57 euros menos.