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Edificio de viviendas en MadridEduardo Parra - Europa Press

Okupas

Estos son los pasos que deben seguir los propietarios si les han 'okupado' la vivienda

Ya sea por impago del alquiler, incumplimiento de contrato u otros motivos, conocer los pasos a seguir es fundamental para los propietarios

Las opciones legales disponibles para desalojar a un inquilino o okupa en España han sido tradicionalmente complejas y costosas, lo que ha generado una gran preocupación entre los propietarios de viviendas. La ocupación ilegal de inmuebles se ha convertido en un problema significativo, y muchos propietarios se encuentran atrapados en un proceso judicial que puede extenderse durante meses, e incluso años.

El sistema judicial español ha intentado abordar esta problemática con reformas y medidas específicas, pero a menudo los procedimientos son largos y difíciles de navegar, lo que puede desincentivar a los propietarios a emprender acciones legales. Por ello, comprender el marco legal y seguir los procedimientos correctos es clave.

Ya sea por impago del alquiler, incumplimiento de contrato u otros motivos, los propietarios pueden verse obligados a iniciar un proceso legal para desalojar a inquilinos problemáticos. Esta situación no solo genera una carga emocional y financiera, sino que también plantea desafíos legales significativos.

Durante este proceso, los propietarios deben demostrar que tienen motivos válidos para el desalojo, lo que puede requerir la recopilación de documentación y pruebas que respalden sus reclamaciones.

Derechos de los ocupantes ilegales

El término 'okupación', según informa Rentila, «se refiere a ocupar, sin violencia o intimidación, una propiedad que en ese momento no constituya vivienda habitual de alguien, con cierta vocación de permanencia». A su vez, al modificarse la Ley de Enjuiciamiento Civil para introducir mejoras en la regulación del procedimiento de desahucio en situaciones de vulnerabilidad, se establecen dos nuevos requisitos que debe cumplir el propietario.

  • Acreditar si el inmueble ocupado es o no la vivienda habitual del okupa. Esto podrá hacerse a través del registro municipal o cualquier otro medio de prueba legalmente admisible.
  • Acreditar si el propietario es o no tenedor mayoritario, es decir, posee 10 o más inmuebles residenciales urbanos o tiene una superficie construida superior a 1.500 metros cuadrados, o posee 5 inmuebles en zonas tensas.

Opciones del arrendador

El proceso generalmente comienza con la presentación de una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia, donde se evalúa el caso y se determina si procede el desalojo. Sin embargo, el tiempo que tarda el proceso puede variar, y en muchos casos, los propietarios se enfrentan a retrasos en la resolución de sus reclamaciones.

En primer lugar, «lo que no debe hacer un arrendador es cortar el suministro de servicios públicos, cambiar las cerraduras o vender el inmueble sin avisar al inquilino». Estas acciones están expresamente prohibidas por la ley española y otorgarán al inquilino el derecho legal (podrían generar mayores costos e incluso responsabilidad penal).

Concretamente, es mucho más aconsejable intentar «negociar un acuerdo extrajudicial con el inquilino/ocupante, aunque si tales esfuerzos no tienen éxito, sin duda la opción que queda más eficaz es iniciar un procedimiento de desalojo».

Tras presentar la correspondiente demanda, se programará una audiencia en el tribunal. Durante ella, tanto tú como el inquilino tendréis la oportunidad de presentar argumentos. Es crucial tener toda la documentación y evidencia en orden, incluyendo el contrato de arrendamiento. Si el tribunal falla a tu favor, emitirá una orden de desalojo.

Esta orden generalmente permite al inquilino un plazo adicional para desocupar la propiedad. Por otro lado, si el inquilino aún se niega a desocupar, puedes solicitar la intervención de una empresa de desalojo.

Una vez que el inquilino haya desocupado la propiedad, es importante inspeccionarla para evaluar cualquier daño y hacer las reparaciones necesarias. También puede ser el momento de considerar mejorar la seguridad de la vivienda para evitar futuros problemas.