¿Puede el casero entrar en su vivienda cuando está alquilada?

Cuando una persona alquila su vivienda a otra, legalmente, no puede acceder a la misma sin la autorización expresa del inquilino. Esto es así porque cuando se alquila una casa o un piso, arrendador y arrendatario contraen un acuerdo, y cada uno tiene que cumplir con los derechos y obligaciones recogidos en el mismo. El contrato de alquiler indica que la vivienda está cedida a un inquilino por una cantidad de dinero especificada, por lo que la casa pasa a ser la morada de este. De hecho, esto queda reflejado en el artículo 18 de la Constitución Española: «El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito».

Según el artículo 433 del Código Civil, cuando se alquila una vivienda, aunque se conserve la propiedad, se pierde la posesión legítima. De este modo el casero tiene el mismo derecho a entrar en la vivienda que cualquier otra persona: necesita la autorización del inquilino.

Sanciones

En caso de que el arrendador entrase sin permiso en la casa alquilada, estaría cometiendo un delito de allanamiento de morada, que puede derivar, incluso, en penas de cárcel. Tal y como recoge el artículo 2020 del Código Penal, «Si se produce allanamiento de morada, la pena de prisión es de seis meses a dos años. Si este hecho se ejecuta con violencia o intimidación, la pena será de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a 12 meses».

Si esto llegara a producirse, el inquilino podrá presentar una denuncia, a la cual sería necesario adjuntar pruebas. Cabe recordar que los inquilinos pueden cambiar la cerradura del domicilio, para ser solo ellos los que tienen las llaves de la vivienda, aunque se recomienda siempre avisar al casero, aunque no exista obligación legal para hacerlo.