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Salud

Protonterapia: la radiación del futuro en pleno siglo XXI

Este tratamiento de radioterapia representa una alternativa avanzada, segura y efectiva en los casos en los que los órganos están todavía en desarrollo evitando el daño en los tejidos sanos

Todos conocemos a alguien que ha padecido, está en pleno proceso o ha fallecido a causa del cáncer. Por desgracia esta enfermedad sigue siendo la tercera patología que mayor número de fallecimientos provoca por detrás de las enfermedades cardiovasculares y las infecciosas en nuestro país. Según los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco hombres y una de cada seis mujeres padecerán cáncer a lo largo de su vida. Antes estos escalofriantes datos, queda claro que uno de los grandes desafíos que tenemos como sociedad es la prevención y una temprana detención de esta letal enfermedad.

Es cierto que la investigación no frena y que cada vez son más los descubrimientos que aumentan la tasa de supervivencia de los pacientes, pero aún nos queda mucho camino por recorrer. Entre los tratamientos que conocemos para combatir esta enfermedad está la cirugía (no es posible en muchos casos cuando está muy avanzada), la radioterapia o la quimioterapia. Es cierto que durante los últimos años se han ido introduciendo nuevas técnicas, muchas de ellas no invasivas como la llamada terapia de protones o protonterapia.

Se usan protones en vez de fotones

Para poder entender bien en que consiste esta técnica es importante saber que la diferencia con respecto a la radioterapia convencional, es que ésta usa rayos X (fotones) y electrones, mientras que la protonterapia utiliza protones depositando la dosis en las células tumorales.

Según explica el Dr. Alejandro Mazal, director Físico Médica del Centro de Prontonterápia Quirónsalud, el primero de sus características en España, «los protones penetran en los tejidos, van depositando una baja dosis antes de llegar al tumor, pero solo en los tejidos del tumor van a depositar un máximo de su energía y después paran. En cambio, los fotones tienen una «dosis de salida». Aunque el uso de fotones es bueno, es cierto que, para pacientes seleccionados, como por ejemplo los pediátricos, es más beneficioso porque con esta técnica se preservan más tejidos».

Esta terapia a diferencia de la radioterapia tradicional se centra en áreas que son más difíciles de tratar y que están más cerca de órganos o tejidos más importantes

En el caso de los niños, muchos de sus tejidos están todavía en pleno desarrollo por eso este tipo de técnicas es especialmente beneficiosa para ellos. Al ser menos invasiva que la técnica de radio tradicional puede evitar que órganos importantes se vean amenazados.

Ventajas de este tipo de terapias

  • Radicación mínima o inexistente más allá del tumor
  • Posibilidad de reducir el riesgo de efectos secundarios
  • Dosis integral inferior por tratamiento
  • Mejora de la calidad de vida durante y después del tratamiento

100 centros en todo el mundo

El centro de Quirónsalud, ubicado en Pozuelo de Alarcón (Madrid), fue el pionero en introducir este tipo de tecnología en nuestro país. Fue concretamente en diciembre de 2019 cuando se trató al primer paciente en España y, tras él, cientos de pacientes son los que se han sometido a este tipo de tratamiento con muy buenos resultados.

LUIS DOMINGO

La puesta en marcha del centro ha supuesto un hito en la lucha contra el cáncer y arrancar casi al mismo tiempo que comenzaba la pandemia, todo un desafío, como reconocen desde el centro. Pero el hecho de ser un centro monográfico de alta especialización, al que no acudían pacientes por otras patologías como podría ser el Covid-19, permitió mantener la actividad de forma ininterrumpida, consiguiendo que los pacientes no sufrieran demoras en la administración de sus tratamientos. Sin duda, un avance que llega para quedarse y que ha permitido que ahora, ningún paciente con cáncer, ni adulto ni pediátrico, deba salir de España para beneficiarse de esta técnica.

En este contexto, el centro ha incorporado una tecnología de última generación, denominada Proteus One. Esta máquina se basa en un acelerador de la familia de los ciclotrones adoptado por el 70% de los centros que ofrecen esta terapia en el mundo. En particular, el ciclotrón de Quirónsalud, es un sincrociclotrón que utiliza una bobina superconductora permitiendo que el modelo sea muy eficiente y el equipo sea de los más compactos del mundo, algo importante debido al enorme tamaño de estas instalaciones.