SALUD
Pie diabético: qué es y qué consecuencias tiene no tratarlo a tiempo
La diabetes es una enfermedad de carácter crónico que afecta a casi 5 millones de personas en España, lo que representa el mayor colectivo de pacientes crónicos de nuestro país.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre permitiendo que sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria.
Cuando nuestro páncreas no es capaz de sintetizar la cantidad de insulina que el cuerpo necesita se origina lo que comúnmente conocemos como «Diabetes». Esta se puede manifestar de dos tipos: La tipo 1 se produce por una falta completa de insulina o la tipo 2 donde el paciente genera insulina pero no es suficiente o no la puede utilizar eficazmente.
La presencia de hiperglucemias mantenidas a lo largo del tiempo produce complicaciones crónicas en el organismo, que en algunas ocasiones pueden derivar en problemas en las extremidades inferiores como el llamado «pie diabético»
El Pie Diabético es la infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos del pie, en las extremidades inferiores de los pacientes con diabetes
Todas las personas con diabetes tienen riesgo de desarrollar «el pie diabético»
Esperanza Jiménez Castro, enfermera educadora en diabetes del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica en qué consiste esta enfermedad y la importancia de detectarla a tiempo para evitar complicaciones.
En muchas ocasiones el desarrollo de la sintomatología es lento pero progresivo por lo que las personas «se acostumbran» y conviven con ellos aclara la doctora. Cuando los niveles altos de azúcar en sangre dañan los nervios y los vasos sanguíneos de los pies es cuando se produce lo que denominamos «pie diabético» que se manifiestan en el paciente con la aparición de síntomas como hormigueo, acorchamiento en los dedos de los pies o el dolor nocturno, frialdad y palidez de la piel o dolor invalidante al caminar.
La educación terapéutica es uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes y sus complicaciones, siendo de especial relevancia en la prevención del Pie diabético, teniendo como objetivo la adopción de rutinas que deben realizarse diariamente para el cuidado de los pies como la higiene, inspección, cuidados de las uñas, hidratación de al piel y a lo que se añade el asesoramiento personalizado del calzado, medias o calcetines más adecuados.
También se informa sobre determinados hábitos que debe evitar para minimizar los riesgos de lesión, según informa la educadora a cargo de la nueva consulta de prevención de pie diabético que ha puesto en marcha el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid .
El objetivo es reducir el riesgo de ulceración al mínimo fomentando el autocuidado de la persona y cuando este no sea posible la implicación de familiares o cuidadores. La persona debe conocer el riesgo que tiene de padecer lesiones en sus pies, aprender habilidades y técnicas específicas de autocuidado.
La educadora considera esencial conocer la historia del paciente lo cual ya nos aporta datos importantes. A continuación, se realiza una inspección minuciosa de los pies, así como del calzado y los calcetines, se observa el estado de la piel, coloración, temperatura, estado de las uñas, existencia de lesiones, alteraciones anatómicas, etc. Posteriormente se lleva a cabo una exploración neurológica de las diferentes sensibilidades (táctil, álgica, temperatura, presión) y una exploración vascular que incluye la búsqueda de pulsos y realización de pruebas complementarias en caso de ser necesario.
La detección precoz del riesgo de ulceración es la clave para la prevenciónEnfermera educadora en diabetes del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid,
Toda esta información nos permite estratificar el riesgo de padecer ulceraciones y la elaboración de un programa de cuidados personalizado y en su caso la derivación al profesional correspondiente. También en función del riesgo detectado programaremos las revisiones recomendadas que pueden ser trimestrales, semestrales o anuales. El objetivo será siempre anticiparnos a los problemas y trabajar con un equipo multidisciplinar, podólogos, neurólogos o vasculares según el caso.
¿Se puede prevenir y cómo?
Se puede y se debe prevenir y para ello, la revisión del pie de las personas con diabetes debe formar parte de su cuidado integral. Todas las personas con diabetes tipo 2 desde el mismo momento del diagnóstico deben ser evaluadas por un profesional capacitado para estratificar el riesgo que tiene de padecer ulceraciones y también aquellas con Diabetes tipo 1 con edad superior a 25 años y más de 5 años de evolución de la enfermedad.
La determinación del nivel de riesgo de ulceración mediante una exploración neurológica y vascular ha demostrado reducir el riesgo de ulceración. Una vez determinado dicho riesgo, siguiendo las directrices de las guías científicas internacionales, se determinará la frecuencia de las revisiones.