ACS presenta a sus accionistas un futuro más sostenible y digital

Construir un futuro mejor es algo que, indudablemente, pasa por la sostenibilidad y la innovación. Están intrínsecamente ligadas a este objetivo. ACS lo sabe y por eso, en una constante evolución, se ha lanzado a nuevos desafíos. Por ejemplo, a su expansión con proyectos de nueva generación a través de los cuatro nichos de mercado que ya anunció Juan Santamaría, CEO del Grupo, y que se van a convertir en el motor de la compañía: movilidad sostenible, transición energética, digitalización y biofarmacia.

Se trata de una evolución, de un nuevo rumbo estratégico que convertirá los desafíos del sector en oportunidades de crecimiento y rentabilidad para una compañía que se caracteriza por su versatilidad y dinamismo. Y la mejor prueba de este dinamismo y del compromiso con los proyectos de nueva generación se encuentra en la última adjudicación del Grupo, que esta misma semana ha anunciado que su filial Flatiron levantará el tranvía de Calgary, en Canadá, por 3.700 millones de euros.

La privilegiada posición sectorial de la compañía y su liderazgo en mercados desarrollados representan toda una ventaja competitiva y una garantía de crecimiento para ACS, que se posiciona, así, como un actor imprescindible en esta transición hacia las infraestructuras sostenibles. Sus filiales Hochtief, Turner o Cimic llevan años sentando las bases de esta evolución con sofisticados proyectos de nueva generación.

Un desafío extremo

El cuidado del medio ambiente es parte del ADN de ACS, un compromiso transversal e irrenunciable, que abarca todas y cada una de sus líneas de negocio y actuación. El componente sostenible está presente en todos los proyectos del Grupo, incluso en aquellos que constituyen todo un desafío técnico y humano, como es el caso de la reconstrucción de La Palma tras la erupción volcánica.

Durante más de tres meses, el volcán de Cumbre Vieja paralizó la Isla Bonita y conmocionó al conjunto de España, que veía cómo la colada de lava apagaba parte de su belleza. ACS, a través de su filial Dragados, se puso manos a la obra para tratar de devolver la normalidad a la isla, restituyendo la conexión Norte-Sur entre las áreas que quedaron incomunicadas y sepultadas bajo la columna de lava.

Fue un desafío extremo, un reto ambiental e innovador sin precedentes mundiales. Los trabajos se realizaron sobre un terreno que llegó a registrar temperaturas superiores a los 350ºC y que podía ocultar posibles cavidades y tubos lávicos en la traza de la obra. Nunca se había construido una carretera sobre lava de reciente creación, que, además, fuera sostenible, puesto que Dragados utilizó materiales provenientes de la propia erupción volcánica para desarrollar los materiales que se utilizaron en la construcción. Y es que el crecimiento sostenible es un principio irrenunciable para el Grupo ACS, que también despliega programas para mitigar el impacto que tiene su actividad sobre la fauna local.

Con esta acción, la compañía demostró que el cuidado del medio ambiente es parte de su ADN, un compromiso que está presente en todos y cada uno de sus trabajos. Como también lo está la innovación.

De nueva generación

Aunque los proyectos de nueva generación ya estaban presentes en la actividad del Grupo, los centros de datos, plantas de baterías, laboratorios farmacéuticos y hospitales, así como otras iniciativas para hacer más sostenible la movilidad, van a ir cobrando cada vez más importancia en su estrategia y crecimiento.

Las últimas adjudicaciones de ACS se enmarcan en los ámbitos de movilidad sostenible, transición energética, digitalización y biofarmacia. En los últimos meses, la compañía española ha anunciado que se va a encargar de desarrollar plantas de baterías para gigantes como LG y Honda (con un valor de 3.400 millones de euros), Panasonic (2.900 millones) o Tesla; centros de datos en Alemania y una planta farmacéutica de 725 millones de dólares en Colorado. La sofisticación de los proyectos de nueva generación aún va más allá, pues también acaba de ganar un contrato para renovar la emblemática base militar de Pearl Harbor, en Hawái, por 2.700 millones de euros.

Baterías y datos

La necesidad de dejar atrás los motores de combustión está provocando la irrupción de nuevas infraestructuras como las plantas de baterías, necesarias para sacar adelante la movilidad sostenible. Por este motivo, los vehículos eléctricos representan otra de las oportunidades de negocio señaladas por Juan Santamaría. A las plantas que ejecutará para Panasonic, LG y Honda se suma la construcción de una fábrica de reciclaje de baterías en Kentucky para la empresa Ascend Elements. Valorada en 1.000 millones de dólares, será una instalación pionera en tanto que utilizará el proceso de síntesis desarrollado por el cliente para fabricar materiales de batería sostenibles a partir de baterías recicladas, reduciendo residuos y emisiones de carbono.

Hay que destacar también el consolidado liderazgo de ACS en el ámbito de los centros de datos, instalaciones que son cruciales en el entorno digital, por lo que se espera que su desarrollo experimente un auge en los próximos años. Desde un punto de vista técnico, estos proyectos son tremendamente exigentes, puesto que deben estar preparados para asegurar el funcionamiento en caso de corte de suministro o desastre natural. Turner ya ha trabajado para las mayores tecnológicas del mundo, especialmente en Estados Unidos, y ahora el Grupo pretende expandir sus data centers por Europa gracias a la iniciativa de su filial alemana Hochtief, que ha firmado una alianza para desarrollar estas instalaciones en Alemania.

Los drones y los robots, junto con la inteligencia artificial y el 3D, también se han convertido en los nuevos aliados de la multinacional española, que está transformando la construcción con ejemplos como Spot, un robot que se mueve de forma autónoma por las obras para estudiar el terreno y detectar posibles riesgos.

Biofarmacia

Los proyectos sanitarios ya ocupan un lugar importante en la cartera de la compañía, especialmente los relacionados con hospitales o instalaciones especializadas en el ámbito oncológico. Este es un terreno en el que la compañía va tomando fuerza, ya que, recientemente, ACS anunció que construiría el Hospital Infantil de Boston y una planta farmacéutica de 725 millones de dólares en Colorado en la que se producirán oligonucleótidos que ayudan a tratar el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Así es como ACS quiere construir un futuro mejor para las personas: detectando nuevas necesidades y evolucionando para convertirse en un referente de la transición energética, la salud y la digitalización. Las infraestructuras necesitaban de una nueva era para satisfacer a una sociedad cada vez más sostenible y digital. Y en esta nueva etapa, el liderazgo del Grupo continúa siendo imparable.