SALUD
Si eres varón, mayor de 50 y presentas frecuencia urinaria podrías sufrir de hiperplasia benigna de próstata
La hiperplasia benigna de próstata es un proceso clínico que consiste en el crecimiento de la glándula prostática y que afecta al 90% de los pacientes que superan los 70 años de edad
Sabemos que la próstata es una glándula pequeña que se sitúa debajo de la vejiga, delante del recto y forma parte del tracto reproductivo masculino, ya que produce un líquido que combina con el esperma para formar el semen.
Cuando nacemos la glándula de la próstata es pequeña, sin embargo, aumenta a medida que los hombres van entrando en la pubertad, los niveles de testosterona se disparan haciendo que esta crezca mucho más rápido. Este proceso se «mantiene» hasta que entramos en los 20 años cuando se relentiza hasta llegar más o menos hasta los 40 años de edad.
Pero ¿qué pasa cuando el tamaño de la próstata alcanza un tamaño superior fuera de lo común? Aunque es cierto que el agrandamiento no es un cáncer de próstata, si que puede llegar a presionar y por tanto a obstruir la uretra que es el conducto que trasporta la orina desde la vejiga hasta el exterior, es lo que se conoce como la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y como conclusión el paciente puede tener dificultades a la hora de orinar y estar «constantemente» con necesidad de ir al baño, lo que supone un verdadero calvario para muchos de los hombres que lo padecen.
Se estima que afecta al 60% de los varones mayores de 60 años, incrementándose con la edad, acercándose al 90% cuando el paciente supera los 70
¿Qué podemos hacer para tratarlo?
Desde el equipo médico del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Zaragoza han incorporado la técnica de enucleación de próstata por láser de holmio (HoLEP) que, en la actualidad, es la técnica de elección para la mayoría de los pacientes que precisan tratamiento quirúrgico por hiperplasia benigna de próstata, y que consiste básicamente en la extirpación de prácticamente la totalidad del tejido de la zona central.
Posteriormente, esa parte en el corazón de la glándula es empujada al interior de la vejiga, donde se fragmenta mediante el empleo de un instrumento llamado morcelador y se extrae el tejido sin la necesidad de realizar ninguna incisión.
Es una operación bastante sencilla, se realiza bajo anestesia epidural y dura entre 60 y 120 minutos y aunque requiere de ingreso hospitalario este no dura más de unas 24 y 48 horas permitiendo una recuperación rápida e indolora.
Las principales ventajas de esta técnica son que es un procedimiento mínimamente invasivo, la recuperación del paciente es mejorEquipo médico del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Zaragoza.
Sintomas habituales
- El paciente aprecia un aumento en el número de micciones tanto diurnas como nocturnas.
- Flujo de orina débil o que se detiene y vuelve a comenzar
- Goteo después de la micción
- No poder vaciar completamente la vejiga.
- Dificultad para comenzar la micción
Ejercicios y cuidados para mantenerla sana
Como siempre la mejor forma de prevenir cualquier tipo de infección o problema es realizar siempre un chequeo médico sobre todo a partir de los 50 años. Por tanto, la visita al urólogo de forma regular para detectar cualquier tipo de anomalía una vez al año es fundamental a partir de esa edad. Además, algunos hábitos cotidianos como mantener una buena hidratación (1,5- 2 litros de agua al día), seguir una alimentación saludable, evitando grasas saturadas de origen animal y azucares, además de evitar el tabaco y el alcohol y realizar ejercicio durante al menos 30 minutos al día pueden ser muy beneficiosos para evitar este tipo de patologías.