Aviación sostenible

Aviación sostenibleCepsa

SAF, presente y futuro de la aviación sostenible

Cepsa ya comercializa SAF en cinco de los principales aeropuertos españoles, que acaparan más del el 60 % del tráfico total de pasajeros del país

EN COLABORACIÓN CON CEPSA

Hoy en día, el sector de la aviación supone el 2,5 % de las emisiones globales de CO₂ a la atmósfera, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En este contexto, el SAF, siglas en inglés referidas al combustible sostenible de aviación, constituye la mejor solución para descarbonizar el transporte aéreo, ya que permite reducir las emisiones netas de CO2 hasta en un 90 % respecto a los combustibles tradicionales.

Esto es posible gracias al origen de la materia prima con la que se produce: residuos orgánicos como aceites usados de cocina, desechos agrícolas o ganaderos, o biomasa forestal, entre otros. Así, se elaboran los combustibles de segunda generación (2G) que, además de reducir emisiones, fomentan la economía circular al aprovechar residuos que de otra forma terminarían en el vertedero.

Hoy en día, los biocombustibles 2G se postulan como la mejor alternativa para descarbonizar el transporte pesado y el caso del sector de la aviación es especialmente significativo. Se trata de un ámbito en el que hablamos del SAF y el más común es el tipo HEFA (ésteres y ácidos grasos hidroprocesados), que se obtiene a partir de aceites vegetales o grasas. La Unión Europea ha marcado la pauta de la normativa ReFuelEU Aviation, que obligará a introducir una cantidad creciente de SAF en las aeronaves progresivamente de manera que, para 2025 se deberá incluir un 2 % y esta cifra deberá ascender hasta el 70 % en el año 2050, con una parte de biocombustibles y otra de combustibles sintéticos.

Avión suministrado con SAF de Cepsa en el aeropuerto de Sevilla

Avión suministrado con SAF de Cepsa en el aeropuerto de SevillaCepsa

Ante este contexto, compañías como Cepsa avanzan en firme para impulsar un sector de la aviación libre de emisiones de CO2. En este sentido, la energética ya ha empezado a comercializar SAF en cinco de los principales aeropuertos españoles, por los que cada año pasan más de 170 millones de pasajeros, lo que supone alrededor del 60 % del tráfico de todo el país. En concreto, la energética ha iniciado la comercialización de estos biocombustibles en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga y Sevilla para todos los clientes que lo soliciten.

De esta manera, Cepsa se convierte en la primera en ofrecer combustible sostenible de aviación de manera permanente en España. Previamente, a finales de 2022, la compañía realizó una prueba en el aeropuerto sevillano que permitió que más de 200 vuelos utilizaran biocombustibles, suministrando el SAF suficiente para cubrir 400.000 kilómetros de vuelo o, en otras palabras, el equivalente a dar diez veces la vuelta al mundo.

Avances que pasan también por cerrar alianzas con distintas aerolíneas como Iberia, TUI, Vueling o Air Europa, entre otras, con las que Cepsa trabaja para impulsar el desarrollo y uso de SAF. La colaboración con esta última ya ha permitido que se esté utilizando este combustible renovable en el primer vuelo mensual Madrid - La Habana que opera la aerolínea

La mayor planta de biocombustibles 2G del sur de Europa

A pesar de que el combustible renovable es una solución real para la descarbonización, es necesario que la producción se desarrolle a gran escala para que su coste sea competitivo y su uso se extienda, ya que, en estos momentos, su oferta en el mercado excede a la demanda. Por eso, el objetivo de Cepsa es ir escalando la fabricación hasta alcanzar una capacidad de producción de 800.000 toneladas de SAF en 2030.

Desde 2022 Cepsa produce biocombustibles 2G en sus Energy Parks, pero será en 2026 cuando su producción dé un salto con la puesta en marcha, junto a Bio-Oils, de la mayor planta de biocombustibles 2G del sur de Europa, mediante una inversión de hasta 1.200 millones de euros en el Parque Energético «La Rábida». La nueva planta, que utilizará desechos agrícolas y aceites usados de cocina como materia prima, tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de diésel renovable y SAF, destinados al transporte aéreo, marítimo y terrestre.

En comparación con los combustibles tradicionales, los combustibles renovables desarrollados en este complejo desarrollado por Cepsa y Bio-Oils evitarán la emisión de 3 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale al 4 % de las emisiones del transporte por carretera en España.

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