Madrid es tierra de vinos

Conocer el vino desde sus raíces significa sumergirse en la cultura y formas de vida de un territorio y sus habitantes. Por eso, la historia de Madrid es también la de su suelo, su agricultura y sus viñedos, con el factor común de la calidad de sus vinos: tan ricos y variados en matices, aromas y sabores. Porque la región es también tierra de vides y esto lo hacen posible sus cuatro subzonas vitivinícolas, que cuentan con su propia Denominación de Origen desde 1990. Vinos de Madrid se llama.

Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias, en la zona sur, y El Molar, en la zona norte, ponen nombre al enoturismo de la región y a más de 8.000 hectáreas de viñedo. Albillo real, garnacha tinta, tempranillo-tinto fino, cabernet sauvignon, merlot o syrah son sólo algunas de las variedades de vid que habitan los campos de Madrid. Y es que, a poco más de media hora de la capital, un buen número de bodegas ofrecen la posibilidad de disfrutar de un universo muy particular.

A la Comarca de la Sierra Oeste de Madrid pertenece la subzona de San Martín de Valdeiglesias, la más occidental de la región madrileña. Los nueve términos municipales que la componen presumen de 12 bodegas inscritas en la D.O. Vinos de Madrid, que agrupan el 22 % del viñedo inscrito con el 25 % de la producción total anual elaborada por no más del 15 % de los productores.

Localizada en la ribera del río Alberche, además de ser rica en vino, esta subzona vitivinícola acoge lugares de enorme valor arquitectónico, tanto de carácter político y civil como religioso. Es el caso de San Martín de Valdeiglesias, con su Castillo de la Coracera y su Iglesia Parroquial de San Martín de Tours, sin olvidarnos de sus fuentes y abrevaderos.

En Villa del Prado, merecen una visita la Iglesia de Santiago Apóstol y la Fuente Los caños. En Cadalso de los Vidrios, te esperan el Palacio de Villena y la Casa de los Salvajes. En este entorno encuentran cobijo numerosas especies de nuestra fauna, algunas de ellas protegidas y, en su mayoría, emblemáticas, como el águila imperial ibérica, el buitre leonado o el búho real. Esta circunstancia determina que una parte considerable de este territorio sea considerada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Realizar senderismo por el río Alberche y las Fuentes puede convertirse en la mejor de las experiencias, además de la visita a cualquiera de las bodegas que aglutina la subzona vitivinícola.

Bajo las estrellas

Situada en el monte, dentro del término municipal de San Martín de Valdeiglesias, rodeada de viñedos centenarios de garnacha, la bodega Las Moradas de San Martín propone una experiencia casi mágica: observar el cielo nocturno de la Sierra de Gredos, en plena naturaleza, alejado de la contaminación lumínica de la ciudad, al tiempo que se disfruta de una cata de vinos. Su Cata bajo las estrellas incluye la visita a pie a los viñedos de garnacha y albillo real, la interpretación del territorio y la tradición vitivinícola de San Martín de Valdeiglesias, la del cielo con telescopios y una cata de 3 vinos con aperitivo.

Con chapuzón

Un viaje te llevará desde los viñedos de San Martín de Valdeiglesias hasta las mejores calas del Pantano de San Juan es lo que propone la experiencia De la viña al barco de Bodega Valleyglesias, la bodega privada pionera de la Sierra Gredos, situada en la cima de un cerro, en una de las zonas de enoturismo más bonitas de la D.O. Madrid. La aventura comienza con la visita a los viñedos y la bodega, donde habrá cata, para continuar en el restaurante Valleyglesias con un menú degustación.

Después de la comida, toca desplazarse al Pantano de San Juan, donde un recorrido en barco te sorprenderá por la belleza de cada uno de sus rincones. Podrás darte un refrescante baño (imprescindible llevar el bañador si hace bueno) y finalizar el día contemplando el atardecer con una copa de vino en la mano.

Paseo a caballo

Los vinos de la Bodega Cristo del Humilladero proceden de los viñedos de garnacha de cepa vieja que se cultivan en el pueblo de Cadalso de los Vidrios, en la Sierra de Gredos, desde mediados del siglo XX. Y la Ruta a caballo, visita guiada y cata de 2 vinos que ofrece la bodega resulta la mejor manera de conocer su entorno y sus caldos.

Primero, harás un recorrido a caballo por un valle, disfrutando de variados paisajes de ribera, recorriendo viñedos, huertos, arboledas, etc. Después, visitarás la bodega para conocer los métodos modernos y tradicionales de hacer vino, las distintas uvas de la zona y disfrutar de una cata al finalizar.

Estas no son las únicas bodegas que ofrecen experiencias de enoturismo en la subzona de San Martín de Valdeiglesias. Bodegas Cardeña (Navas del Rey), Ca’di Mat (Pelayos de la Presa), Bodega Cenicientos (Cenicientos), 4 monos vinicultores (Cadalso de los Vidrios) o Bodega Virgen de la Poveda (Villa del Prado), entre otras, también desean descubrirte sus vinos, de la vid a la botella.

Es el caso de Tierra Calma Experience de Bodega Tierra Calma, en San Martín de Valdeiglesias, que arranca en la bodega, donde te darán a conocer el proceso de elaboración y crianza de sus vinos naturales, y se adentra después en un paraje de singular belleza, La Nava, que acoge sus viñas centenarias de agricultura ecológica. Allí, en el mismo viñedo, tendrás la oportunidad de degustar los diferentes vinos y variedades de garnacha y albillo real.