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Programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”Fundación laCaixa

La salud mental: un reto social por el que trabaja la Fundación ”la Caixa”

Cerca de 2.000 personas han conseguido trabajo a través de la línea de actuación Incorpora Salud Mental, dentro del Programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”. Muchas de ellas son jóvenes

en colaboración con Fundación ”la Caixa”

El dato sobrecoge: la depresión, la ansiedad o el estrés empiezan en un 75 % de los casos antes de los 25 años. Que el suicidio sea la primera causa de muerte entre los jóvenes entre 16 y 29 años también estremece. Inquieta que la adolescencia sea el periodo vital en el que se desarrollan más factores que pueden desencadenar en problemas mentales a lo largo de nuestra vida. También asusta saber que, según la Organización Mundial de la Salud, el 25 % de la población tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Por suerte, el corazón se desaprieta gracias a programas sociales como los de la Fundación ”la Caixa”, que buscan dar respuesta a los retos sociales y temas que preocupan a la sociedad de hoy.

La salud mental y sus determinantes en jóvenes ha pasado a ser una prioridad para gobiernos de todo el territorio. A nivel global, hasta tiene un día: el 10 de octubre, cuando se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de sensibilizar sobre esta problemática. Sobre ella conversan la periodista Gemma Nierga y Laia Ferrer, psicóloga clínica y coordinadora del equipo guía de la Fundación Vidal i Barraquer, para profundizar en las causas del aumento de los problemas de salud mental en la juventud y en cómo podemos, como sociedad, ofrecer un apoyo efectivo. Lo hacen en el marco de un nuevo capítulo de A fondo de Fundación ”la Caixa”.

Luces y sombras

«La adolescencia es una época de florecimiento, oportunidades y mucha actividad, pero también es una época de muchas dudas y malestares. En ocasiones, los adolescentes expresan ese malestar haciéndose daño a sí mismos. Afortunadamente, en muchos casos, estas conductas tienen que ver más con una descarga y una expresión del malestar y son más fáciles de reconducir. También es cierto que, en algunos casos, hay un deseo realmente de desaparecer o de morir. Ahí es donde nos tenemos que preocupar y activarnos más como sociedad y como profesionales de la salud», señala la psicóloga.

Identificar las señales de alarma ante un posible problema de salud mental es más que necesario, pero no siempre es fácil. «Sobre todo, hay que observar si hay cambios bruscos en el funcionamiento del chaval o la chavala. Por ejemplo, en jóvenes que han tenido intereses y se han podido vincular con las relaciones sociales o en la comunicación con la familia y que, de repente, hacen como un retroceso, se aíslan más y a lo mejor ya no disfrutan con las actividades de antes», apunta.

Mayor vulnerabilidad

Dice Laia Ferrer que son dos los principales condicionantes sociales que hacen que algunos jóvenes sean más vulnerables a tener problemas de salud mental. «Uno es cuando hay experiencias traumáticas en la infancia, situaciones de negligencia, de abuso, de maltrato. El otro, cuando hay situaciones socioeconómicas que condicionan mucho el bienestar emocional. Por ejemplo, un chico con dificultades académicas cuyos padres no pueden hacer frente a la ayuda psicopedagógica que necesita está en una desventaja», explica.

Programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”

Programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”Fundación ”la Caixa”

Y es que el actual modelo de salud mental se centra excesivamente en los aspectos biológicos de la persona, descuidando aspectos clave como la prevención o el análisis de los aspectos sociales que rodean a la persona. «Además de la propia adolescencia en sí, hay otros factores de riesgo que hacen de esta etapa vital un período crítico. Entre estos factores, los de tipo social son cruciales como las condiciones sociales (situaciones de exclusión social, experiencias traumáticas y de adversidad, condiciones socioeconómicas) y los factores familiares (respuesta a las necesidades infantiles, estilo de crianza, salud mental de los padres y estructura familiar)».

Así lo establece el artículo Cuidar de la salud mental infantojuvenil, también en familias en situación de vulnerabilidad social: un reto de la sociedad actual, que pone de relieve la necesidad de potenciar recursos en salud mental, especialmente para los colectivos más vulnerables, publicado por el Programa CaixaProinfancia. A través de este proyecto, Fundación ”la Caixa” colabora con distintas entidades sociales para ofrecer apoyo y recursos a niños, familias y personas en situación de pobreza o de exclusión social con el fin de ayudarles a superar los momentos más difíciles.

El lastre de la precariedad laboral

Según un artículo del Observatorio Social de Fundación ”la Caixa”, la sensación de precariedad laboral afecta a la salud mental de los jóvenes. Una de las posibles explicaciones es que esta situación puede frenar sus expectativas de emancipación y de alcanzar sus objetivos vitales. «El mundo del trabajo capacita. Por eso es muy importante que existan proyectos que, de alguna forma, permitan hacer encajar la necesidad de las empresas con las capacidades de los jóvenes, de manera que las empresas puedan tener una experiencia de éxito con estos jóvenes y que los jóvenes también puedan desarrollar sus capacidades», apunta la psicóloga clínica y también colaboradora del Programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”, cuyo papel en este terreno resulta fundamental.

El mundo del trabajo capacitaLaia FerrerPsicóloga clínica

A través de la línea de actuación Incorpora Salud Mental, el programa promueve la ocupación de las personas con problemas de salud mental, combatiendo los estigmas y prejuicios, que siguen siendo la principal barrera en la inserción laboral de este colectivo y que provoca que sea uno de los grupos de población con una tasa de desempleo más elevada.

«Muchas veces, estos jóvenes necesitan un acompañamiento para pensar en qué capacidades tienen para poder desarrollarse en el trabajo. Necesitan apoyo en el proceso de selección: cómo hacer una entrevista, cómo buscar trabajo, cómo organizarse con todo esto… Y después, cuando tienen la suerte de poder encontrar un empleo, también necesitan que se les acompañe para resolver las dudas y los pequeños conflictos que pueden encontrar», destaca Laia Ferrer en su conversación con Gemma Nierga.

Desde la red de entidades sociales que colaboran con el programa, se analizan las necesidades de cada empresa y se diseña un plan a medida que incluye asesoramiento y acompañamiento en la incorporación al puesto de trabajo, en la adaptación y en el mantenimiento posterior. En 2024, el programa ha atendido a 5.300 personas con problemas de salud mental y ha conseguido cerca de 2.000 inserciones sociolaborales en 1.200 empresas de toda España.

Autoestima y bienestar

Trabajar y contar con una rutina laboral facilita que las personas con problemas de salud mental estructuren su proyecto de vida, al tiempo que les otorga un rol activo en la sociedad que aumenta su autoestima y bienestar. «Los jóvenes con problemas de salud mental que acceden a una primera oportunidad laboral llegan con mucha ilusión, con una motivación extra», celebra Laia Ferrer, quien comparte un caso.

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Laia Ferrer y Gemma Nierga en el programa A FondoFundación "la Caixa”

«Se trata de una chica que, siendo muy joven, abandonó todos sus proyectos académicos debido a sus problemas de salud mental y su objetivo, desde hace un año y medio, era trabajar. Ha recibido ayuda de los equipos de salud mental, pero también de técnicos que la han podido acompañar en este proceso de búsqueda y capacitación para encontrar un trabajo», cuenta. «Hoy en día, se está desarrollando bien en ese trabajo, pero, además, hay aspectos de su salud mental que han mejorado, como los hábitos de sueño y de higiene. Además, el trabajo le ha permitido conocer a otra gente con la que poder comunicarse de una manera en la que no estaba pudiendo en su entorno más próximo», añade.

Con otros colectivos

Pero el Programa Incorpora también acompaña a otros los colectivos en riesgo de exclusión para promover su inclusión laboral. Es el caso de las personas con discapacidad física, intelectual o sensorial; mujeres víctimas de violencia de género, personas migrantes, jóvenes, personas mayores de 45 años y personas con problemas de adicciones, entre otras. Desde su puesta en marcha en 2006, más de 450.000 personas en situación de vulnerabilidad han conseguido un empleo a través de Incorpora.

Es así como Fundación ”la Caixa” reivindica la igualdad de oportunidades en el empleo y recuerda que las personas con problemas de salud mental pueden acceder a cualquier empleo para el que reúnan las competencias necesarias, pues su diagnóstico no es determinante a la hora de valorar su candidatura.

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