La Aljafería se estrena como museo con una exposición de Goya

Goya se muda por un tiempo. Debido a las obras de reforma que se están realizando en el Museo de Zaragoza, el conjunto de pinturas y estampas representativas de su trabajo se ha trasladado desde la institución hasta el Palacio de la Aljafería de la ciudad, el monumento más visitado de Aragón junto a la basílica del Pilar. Allí, el 5 de diciembre, arranca la exposición Goya. Del Museo al Palacio, una muestra que permite conocer la evolución estilística, temática, técnica y, por supuesto, personal del genial artista aragonés Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, 1746 - Burdeos, 1828)

«Quien quiera comprender a Goya debe visitar la exposición, disfrutar de una experiencia única y conocer además, de la mano del artista, un palacio magnífico como La Aljafería, sede de nuestras Cortes», ha declarado Jorge Azcón, presidente del Gobierno de Aragón, que añadió que «a Goya no se le entiende sin venir a Aragón y a Aragón no se le entiende sin Goya».

En este espacio reconvertido en pinacoteca, podrán admirarse los álbumes de estampas de primera edición y con encuadernación de época de los Caprichos; los Desastres de la Guerra, la Tauromaquia y los Disparates, propiedad de la Fundación CAI; y los retratos de los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, propiedad del Museo Nacional del Prado, así como el retrato de Fernando VII o del Duque de San Carlos, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Así, la colección está compuesta por obras del Gobierno de Aragón y del Ministerio de Cultura, por depósitos procedentes tanto de colecciones particulares como de diversas instituciones.

Distintas facetas

«Goya, del Museo al Palacio permite contemplar muchas facetas del genio aragonés. En esta exposición vislumbramos los inicios del maestro, al Goya que retrata reyes y nobles y, al mismo tiempo, al que ejerce en su obra la crítica social, que la expresa en su pintura de gabinete y en sus grabados. Ese es el artista que fascinó al mundo entero y, si fue así y sigue haciéndolo, es precisamente por ser de Aragón, por ese carácter aragonés que marcó su trayectoria, su forma de ver la vida y el mundo», ha destacado Jorge Azcón.

Ese es el artista que fascinó al mundo entero y, si fue así y sigue haciéndolo, es precisamente por ser de AragónJorge AzcónPresidente del Gobierno de Aragón

Por primera vez, Goya entra en La Aljafería en lo que es un acontecimiento cultural único en el mundo. Y así lo celebran desde todas las instituciones. «Nuestro deber como representantes públicos es ensalzar, difundir y proteger nuestra identidad cultural común y la aportación de España al resto del mundo y a la historia universal a través de muestras como esta, que aúnan la genialidad del de Fuendetodos con la genialidad patrimonial de las salas de la parte cristiana del palacio», ha subrayado Marta Fernández, presidenta de las Cortes de Aragón, que también ha puesto en valor la cooperación institucional para que esto haya ocurrido.

La colección

Un total de seis salas del palacio se convierten en un privilegiado museo, a través de un respetuoso diálogo entre obras de arte y edificio, para acoger un total de 62 piezas. Hay estampas sueltas, álbumes de estampas hasta ahora no vistos, lienzos, dibujos, esculturas y cartas autógrafas de Francisco de Goya que construyen un discurso de narrativa cronológica que permite entender mejor su obra en su contexto histórico-artístico, pero que también enfatizan algunos aspectos del artista, como el Goya grabador o el Goya retratista de la realeza.

El recorrido expositivo comienza en la Sala 0, donde el conocido busto de Goya de Mariano Benlluire da la bienvenida al visitante. Acto seguido, la Sala de Pedro IV muestra al Goya artista universal, con estampas que reflejan su capacidad creativa. Se ha aprovechado la gran mesa que ocupa la sala como espacio central con vitrinas para exhibir desde los inicios de Goya como grabador hasta sus últimas producciones seriadas, cartas, dibujos y obras de pequeño formato. Entre ellas, estampas de los Disparates, la Tauromaquia, los Desastres de la guerra, los Caprichos y algunas de la serie Copias de Velázquez.

A continuación, en la Sala de Exposiciones, se podrán admirar obras que contextualizan los antecedentes artísticos a la producción de Francisco de Goya y que constituyen la base de su formación como artista, con trabajos de José Luzán, Corrado Giaquinto o los Hermanos Bayeu, que compartieron su formación artística con el joven artista.

Etapa temprana e Italia

La Sala del Taujel alberga las obras de los inicios de Goya en Zaragoza. Se exponen en ella pinturas como La consagración de San Luis Gonzaga, El sueño de San José, San Cayetano, Virgen del Pilar, La muerte de San Francisco Javier o San Vicente Ferrer, pertenecientes a su etapa más temprana como artista. En ellas se evidencia esa formación en la academia de Zaragoza y el influjo de su maestro Luzán, transmisor de un estilo a caballo entre los últimos coletazos del rococó tardío y las nuevas tendencias importadas por artistas franceses e italianos.

También en esta sala se encuentran las obras pertenecientes a su experiencia en Italia, que reflejan el inicio de su aprendizaje en esas tierras y que marcará su carrera. El arte clásico y los grandes maestros italianos serán la base que reforzará su trayectoria artística. Se muestran el Cuaderno Italiano, Venus y Adonis y Aníbal vencedor, que por primera vez miró Italia desde los Alpes.

Gran retratista

El Salón del Trono reúne, seguidamente, su trabajo con los retratos de Corte. Distintos monarcas jalonaron la carrera artística de Goya y su estancia definitiva en Madrid quedó marcada por ser uno de los artistas más solicitados por la nobleza y por la aristocracia, llegando a ser nombrado pintor de corte. A esta sala pertenecen los retratos al rey Carlos IV, la reina María Luisa y el rey Fernando VII.

La Sala de Santa Isabel muestra una selección de pinturas que reflejan la maestría del pintor en el género del retrato privado, con lienzos como los dedicados al retrato del duque de San Carlos, Don Luis María de Bornón y Vallabriga, y el retrato de Juan Martín de Goicoechea a Gumersinda Goicoechea, su nuera, y Francisco Javier Goya, su hijo.

La Sala de los Pasos Perdidos se divide en dos ámbitos que acogen, respectivamente, la pintura religiosa del artista y el final de la exposición. Los visitantes conocerán obras como La Virgen con san Joaquín y santa Ana, San Luis Gonzaga meditando ante un crucifijo y Muerte de san Antonio Abad. El busto de Goya realizado en bronce por Félix Burriel pone el broche al recorrido. Lo hace junto con dos audiovisuales con el making of y la exposición completa en los que se muestra el proceso de traslado de las obras de las salas del Museo de Zaragoza hasta el Palacio de la Aljafería y todo el montaje de la museografía.