La mitad de los estudiantes de la ESO no distingue las ‘fake news’

El 50 % de los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) no es capaz de distinguir un titular falso (fake news) frente a otro verdadero sobre un mismo tema. Así se desprende de una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid coordinada por la profesora del departamento de Comunicación del centro, Eva Herrero.

Según explica Herrero en este estudio, «los estudiantes entre 11 y 16 años utilizan de forma continua los dispositivos móviles, entrando en Internet y accediendo a la información sin tener la madurez suficiente».

«El acompañamiento no pasa por vigilar o prohibir, sino por darles recursos y herramientas para que de manera autónoma sepan distinguir la información válida y tengan una visión más crítica de lo que escuchan, ven y leen», comenta Herrero.

Este informe explica casi el 60 % de los estudiantes encuestados asegura ser capaz de diferenciar entre una noticia verdadera y una falsa, pero cuando les propusieron cuatro titulares –dos verdaderos y dos falsos– «el 50,21 % acertaron y el 49,79 % no».

«En concreto, casi un 60 % acertó con el titular falso en el caso de las noticias sobre la COVID-19, pero en una noticia de sucesos, el 52,6 % no supo identificar un bulo sobre inmigración ilegal».

No conocen a ningún periodista

Otra de los puntos que destaca el estudio, es que solo el 64 % de los encuestados fue capaz de citar el nombre de un solo periodista y, de los que lo hicieron, «se trató de profesionales con mucha presencia en redes sociales, como Jordi Évole o Sara Carbonero», explica Herrero.

«Esto refleja una realidad y es que los referentes mediáticos de los adolescentes no son, salvo contadas excepciones, periodistas o profesionales de la comunicación, que son a los que se presupone unos filtros a la hora de transmitir una información: que se ha contrastado, se ha confirmado con varias fuentes y que son (o deben ser) transparentes acerca de esas fuentes».

Los influencers, referentes para los adolescentes

Y es que, explica Herrero, los adolescentes utilizan las redes sociales y los influencers como principales fuentes de información. En concreto, Instagram es de largo la más usada, con un 64,4 % de seguimiento, seguida de TikTok, WhatsApp y YouTube, con un seguimiento del 10,4, 9 y 5 % respectivamente.

«Hubo encuestados que mencionaron hasta 14 redes sociales distintas y 31 influencers en su menú de consumo mediático habitual».

Fuentes de autoridad

Sobre el consumo de contenidos, la mayor parte comparten sin hacer clic en la noticia, «basta con que el titular o la foto lleguen, que apelen a las emociones básicas», destaca la investigadora, algo en lo que coinciden los docentes entrevistados en el estudio que, destacan, «consumen –los alumnos encuestados– de manera compulsiva material audiovisual, pero sin pausa para digerir los contenidos. Esto hace más fácil que se crean todo por falta de capacidad crítica y de buscar otras fuentes. El influencer se convierte así en fuente de autoridad».

Por ello, la Universidad Carlos III, en colaboración con maldita.es, ha creado una Guía para Profesores de la ESO  (PDF) en la que se proporcionan recursos a los docentes para que puedan trabajar en la alfabetización mediática en las aulas.