Educación reconoce su «preocupación» por las desigualdades de la actual selectividad

Educación abrirá el melón de la EBAU el próximo mes de julio después de años de críticas ante la falta de un sistema homogéneo que no ahonde en las desigualdades entre regiones. El mes que viene presentará un borrador con las propuestas para una nueva selectividad para que sean debatidas con las consejerías autonómicas y los sectores implicados.

Se trata de intentar llegar a alguna solución para una de las grandes paradojas del sistema educativo. Se trata de un sistema de competencias transferidas que, al llegar al acceso a la universidad se centraliza a través de un sistema único. Los exámenes de selectividad también los deciden las comunidades y, tras la llegada de la pandemia, el nivel ha ido bajando considerablemente hasta alcanzar récords de aprobados y sobresalientes.

La Ley Celáa no va a mejorar esta situación, ya que otorga cada vez más facilidades para la promoción incluso con suspensos. Por eso ahora se buscan fórmulas que respeten las competencias autonómicas pero que permitan reducir las desigualdades generadas por esta situación. El nuevo secretario de Estado de Comunicación, José Manuel Bar Calderón ha reconocido «cierta preocupación» por los desajustes que puedan existir, por lo que harán un «esfuerzo» en que algunas pruebas tengan mayor homologación entre ellas.

Eso sí, ha reconocido que una prueba unificada ahora mismo no es posible «porque la propia ley no lo permitiría ya que estaríamos invadiendo competencias que tienen las distintas administraciones educativas».

Esta prueba entraría en vigor en 2024 con el objetivo de ser una prueba más justa para todos los alumnos respetando la autonomía de la universidad y de las comunidades. De momento, se presentará un primer borrador este mes de junio para comenzar a discutirlo con los sectores implicados.