Educación
Los alumnos catalanes estudiarán «los conflictos generados por el centralismo»
La Generalitat publica el currículo de Bachillerato dos semanas después del comienzo de las clases
Cataluña por fin ha aprobado su currículo de Bachillerato, un texto que va en sintonía con el real decreto estatal, pero incorpora ciertas peculiaridades como la crítica al centralismo o el uso y defensa de la lengua catalana como «medio de cohesión social».
Dentro de la asignatura de Historia, el currículo aboga por identificar «la pluralidad nacional, cultura y lingüística para respetar los sentimientos de pertenencia» y la existencia «de identidades múltiples», base de una «convivencia pacífica».
Es este aspecto, el texto invita a conocer la articulación territorial del Estado y «reconocer las acciones orientadas a la centralización administrativa y política desde el nacimiento del Estado moderno, los conflictos que ha generado y los modelos alternativos a la centralización».
Sobre los sentimientos de pertenencia, se valora positivamente «el papel de la lengua y la cultura catalanas como medio de cohesión social y como patrimonio cultura de todos, que hay que preservar y potenciar».
En otro punto, analiza el crecimiento económico en España «valorando sus efectos en cuanto a la desigualdad social, los desequilibrios territoriales, la degradación ambiental y las relaciones de dependencia».
Al igual que ocurre con el currículo estatal, en el documento de la Generalitat se insiste en el estudio del «proceso reformista y democratizador que emprendió la II República» pero añade que «en el actual contexto de involución de algunos derechos humanos, es más necesario que nunca recuperar las memorias de las víctimas de la represión y la violencia por medio de investigaciones personales y colectivas».
En el bloque de «Retos del mundo actual», dedicado al análisis de la construcción del Estado de Derecho, defiende el «reconocimiento del concepto plurinacional del estado y de la necesidad de preservación de las identidades, las lenguas y culturas propias como fuente de riqueza compartida», así como la interpretación «del papel de Cataluña y del estado español en el marco europeo e internacional en el ámbito de la cooperación mundial».
Ya en la asignatura de Lengua Castellana, afirma que «la sensibilidad contemporánea y los estudios literarios recientes coinciden en señalar ausencias clamorosas en la construcción del canon de la literatura castellana por motivos sociales, políticos, sexuales, raciales, religiosos y otros».
Lengua vehicular
En otro orden, el currículo regional recuerda que la ley de educación catalana establece el catalán como lengua vehicular y de aprendizaje del sistema educativo. Este es el argumento al que se agarra el Govern para negarse a impartir el 25 % del horario en castellano.
Precisamente, una de las concesiones del PSOE en la negociación de la LOMLOE fue la eliminación de la mención del castellano como lengua vehicular al entender que la Constitución ya garantizaba esta situación.