Educación
Cientos de profesores claman sin paliativos contra la LOMLOE: «Es precipitada, engañosa e improvisada»
El sindicato de los empleados públicos CSIF denuncia importantes carencias y problemas estructurales a la hora de aplicarla
Con apenas un par de meses y medio transcurridos desde el inicio del curso escolar, los profesores de la educación pública ya han dicho basta. Cientos de ellos, según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), les han ido haciendo llegar sus quejas en las últimas semanas a cuenta de la LOMLOE, una ley no consensuada que ha entrado en marcha en los cursos impares de Primaria y que los tiene en pie de guerra por las diversas carencias y problemas que presenta. Su paciencia se encuentra al límite, y por ello avisan: o atienden sus demandas y adaptan la ley, o la alternativa será la huelga.
El porcentaje de quejas recibidas corresponde al «80 o 90 % del profesorado», afirma Mario Gutiérrez, presidente de CSIF Educación, y el descontento de los docentes se concentra principalmente en tres áreas: contenidos, precipitación con la que la norma ha sido aplicada y falta de recursos para llevarla a cabo.
«La implementación de la ley está siendo precipitada y más compleja por la convivencia de dos leyes educativas», señaló este martes en rueda de prensa la secretaria de Negociación y Coordinación Autonómica del Sindicato, Isabel Madruga, en referencia a su implantación en solo una de las dos mitades de los cursos, lo que da lugar a que en los años pares (2º, 4º y 6º) rija por ahora la legislación anterior, la LOMCE.
Son varios los aspectos, tanto en fondo como en forma, que traen de cabeza al profesorado díscolo: se ha publicado «tarde», los nuevos currículos están «sobrecargados» y se concede mayor importancia a las competencias, una de las grandes novedades pedagógicas de la ley, «en detrimento del temario». Una redacción, dicen, que además «atenta contra la libertad de cátedra y de autonomía pedagógica de los centros» al «imponer un modelo pedagógico único, cerrado y obligatorio, basado exclusivamente en las situaciones de aprendizaje».
Problemas estructurales
A lo largo de estas semanas, según el CSIF, los docentes han trasladado su «preocupación por la política educativa, el enfriamiento partidista, la falta de recursos o las ratios»; al tiempo que han advertido de que la «agrupación de disciplinas produce importantes lagunas de conocimiento con aprendizajes dispersos» o que la «imposición» de los plazos está generando «tensiones» en los centros por la «carga de trabajo burocrático».
En el plano de la impartición de las materias, los libros de texto concentran varias de las principales quejas de los profesores. La secretaria de Negociación y Coordinación Autonómica del Sindicato afirmó que los nuevos manuales «han salido adelante con borradores de decretos», por lo que «se ha empezado a impartir docencia o sin libros de texto o con libros hechos sobre borradores». Debido a esta deficiencia, detalló, algunos docentes han mantenido los libros anteriores a la ley. «Es un despropósito esta ley. Se ha implantado con mucha precipitación, con una improvisación insostenible. No es de recibo que en muchas comunidades autónomas no esté publicada la norma referente a la evaluación», denunció Madruga.
Nueva figura
Otro de las grandes quejas viene motivada por la Figura del Coordinador de Bienestar, que ha entrado en vigor este curso de la mano de la LOMLOE y que carece de recursos formativos y de personal para ponerse en marcha de manera eficiente. «Es un despropósito, vuelven a sumar tareas al profesorado que son impuestas», explicó la responsable.
En ese nuevo rol ahonda Mario Gutiérrez, quien lo tacha de «un engaño que la Administración hace a la sociedad» porque «da una imagen de que se va a cuidar el bienestar mental y la violencia escolar» cuando, en realidad, falta «preparación» y «tiempo real» para ponerlo en práctica correctamente. «La realidad es que no existe ninguna mejora. Tiene que haber especialistas, que existen y no se llevan a los centros. Todo lo demás es engañar a la sociedad con soluciones en los centros educativos que no son reales. Son barnices a un edificio que no cambian y se está cayendo a trozos», critica el presidente de CSIF Educación.
Es un despropósito esta ley. Se ha implantado con mucha precipitación, con una improvisación insostenibleSecretaria de Negociación y Coordinación Autonómica del CSIF
Todo ello suscita «un rechazo sin procedentes» por una falta de consulta al profesorado a la hora de consensuar la ley que, ahora, lleva al sector a amenazar con una «huelga» si su aplicación no se paraliza y se adecúa a un marco más realista y dotado de recursos. «La educación pública española está en un momento crítico. Todo lo que no sea arreglar el problema ahora será un problema mayor para el futuro», apunta Gutiérrez, que recalca que el CSIF «no tiene afiliaciones políticas». Por todo ello, el sindicato ha exigido al Ministerio de Educación, en manos del PSOE, una reunión «urgente y extraordinaria» para tratar de enmendar el texto. Hasta entonces, añaden, «continuarán las movilizaciones».