Elecciones UCM
La izquierda, al asalto de la Complutense: la decana afín a Iglesias y Monedero quiere ser rectora
Esther del Campo, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y con una trayectoria ligada a Podemos, oficializa su candidatura en unos comicios marcados por los violentos escraches a Ayuso y la embajadora de Israel
Insultos a España y vivas a Chávez: así es el 'soviet' de la Complutense donde ha vuelto a dar clase Iglesias
«El cielo no se toma por consenso, sino por asalto» comentó Pablo Iglesias en la asamblea fundacional de Podemos en el año 2014, parafraseando a Karl Marx. Una vez fuera de la política, el núcleo universitario del partido, que estuvo presente en la fundación de la formación, aspira a 'asaltar' el poder de la Complutense. El cielo, en este caso, es el rectorado de la universidad pública más antigua de Madrid.
La decana de la Facultad de Ciencias Políticas de la UCM, Esther del Campo, concurrirá a las elecciones internas para convertirse en la primera rectora de la institución a partir de este año. Del Campo no solo es la directora del soviet del campus de Somosaguas, famoso por la degradación de su edificio, donde aparecen impunemente carteles y pintadas amenazantes contra otras opciones políticas. Es también alguien muy afín a los cofundadores del partido morado.
La izquierda caldea la precampaña
Un total de ocho candidaturas competirán en las urnas el próximo 21 de marzo en primera vuelta. De entre ellas, hay por primera vez cuatro mujeres que aspiran a dirigir el rectorado de la mayor universidad presencial de España.
Además del actual rector Joaquín Goyache, catedrático de la Facultad de Veterinaria que se presenta a la reelección, los demás aspirantes son Javier Arias Díaz, catedrático de Cirugía en la Facultad de Medicina; Esther del Campo García, de Ciencia Política y de la Administración en la facultad de Ciencias Políticas; Matilde Carlón Ruiz, de Derecho Administrativo en la Facultad de Ciencias Económicas; María Castro Morera, catedrática de la Facultad de Educación; Josefa Isasi Marín, de Química Inorgánica en la Facultad de Ciencias Químicas; Iñaki López Sánchez, de Organización de Empresas en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, y Jesús Pérez Gil, catedrático de Bioquímica en la Facultad de Ciencias Biológicas.
La campaña electoral arrancó el 16 de febrero, pero los días previos se han visto irremediablemente marcados por actos de violencia y tensión. El pasado 25 de enero, Isabel Díaz Ayuso sufrió una virulenta protesta organizada por el Sindicato de Estudiantes cuando fue a la Facultad de Ciencias de la Información a ser reconocida como 'alumna ilustre'. El actual rector y candidato a la reelección se ganó las críticas de la izquierda al decir que la presidenta de la Comunidad de Madrid era merecedora de dicha distinción.
Lo peor estaba por venir. Tal y como comprobó este medio, desde la Facultad de Políticas se calentó la visita de la embajadora de Israel permitiendo carteles amenazantes contra ella donde se avisaba que allí no era bienvenida. La decana y candidata Del Campo los permitió. Rodica Radian-Gordon cumplió con su compromiso y tan solo la intervención tanto de la seguridad privada de la UCM como de la decana Isabel Durán, que permitió la entrada de los antidisturbios para desalojar a los violentos, evitó un linchamiento. El día previo, su homólogo palestino también había acudido a las jornadas organizadas para conmemorar los Acuerdos de Oslo de 1993 y no hubo problema alguno. Una declaración de intenciones que auguran el modelo de universidad que quieren implantar los violentos, donde no se deja hablar al discrepante ni se permite a una presidenta de una comunidad autónoma recoger un galardón.
El currículum de la decana de Políticas
Ese mismo año, la decana invitó al entonces vicepresidente Iglesias a una charla en su edificio junto al exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera presentándolo como la vuelta del «hijo pródigo».
Del Campo vetó en el año 2022 un acto que iba a ser protagonizado por el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega-Smith alegando que la «reserva del espacio fue realizada de forma individual por un profesor» que no informó a Decanato de la naturaleza del acto.
En cambio, ha permitido y sigue permitiendo que la decoración de su facultad simbolice ideas políticas fuera de la legalidad y amenazantes con otros puntos de vista, como sucedió con los carteles contra la visita de embajadora de Israel, que estaban por todas partes.