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Las ucranianas Lisabetha y Angelina, en el CEIPSO El Cantizal, donde están escolarizadasEuropa Press

España es el país de la UE con la tasa más alta de escolarización de niños ucranianos

La cifra de matriculados desde el comienzo de la guerra asciende a 36.000 alumnos

Este viernes se cumple un año desde que Vladimir Putin decidió invadir Ucrania. 365 días de muertos, heridos, tensión política y éxodo de los ucranianos, que se ven obligados a abandonar su país para sortear la muerte.

Estos ciudadanos han huido a varios países de su entorno, principalmente Polonia y Alemania, pero también República Checa, Italia y España. La mayoría, familias con niños que huyen de una sangría segura y de ser llamados a filas y, por tanto, verse alejados de sus familias.

Es precisamente España el país de la Unión Europea con la tasa más alta de escolarización de niños ucranianos: 36.000 matriculados desde que estalló la guerra en febrero de 2022. Así lo expresó el pasado miércoles el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en una rueda de prensa en la que dio a conocer que son casi 170.000 los ucranianos que han pedido refugio en nuestro país.

Esas cifras de niños escolarizados se deben, según Escrivá, a un excelente sistema de acogida de una magnitud «sin precedentes» en España. Estos ucranianos se han repartido por todo el territorio español, siendo Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía los principales puntos de acogida.

De aquellos que han llegado, 82.000 han acudido a los ayuntamientos a empadronarse, 78.000 tienen su tarjeta sanitaria, 18.000 se encuentran integrados en el sistema de acogida y 14.000 están afiliados a la Seguridad Social.

La inmensa mayoría de los refugiados llegaron a España en los dos primeros meses tras el inicio de la guerra. En los meses de marzo y abril, según ha señalado Escrivá, los centros de acogida españoles registraban hasta 8.000 llegadas semanales. Esta cifra cayó hasta la mitad, unas 4.000 personas semanales, en los meses de mayo, junio y julio, y tras el verano y hasta ahora, según ha apuntado el ministro, se ha mantenido un goteo de registros de unas 1.000 personas semanales.