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Existen tantas selectividades como comunidades autónomas hayMinisterio de Educación

EBAU

Una selectividad injusta: el alumno que suspende en Extremadura por las faltas no baja de nota en Baleares

Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia penalizan mucho más los errores ortográficos en la prueba

En un país donde hay tantas selectividades como comunidades autónomas, no todos los alumnos que se enfrentan a la prueba concurren en igualdad de condiciones.

Los más de doscientos mil alumnos que a partir del próximo 5 de junio comienzan sus exámenes de la EBAU/EVAU –no existe ni una denominación unitaria– concurren a un momento vital en su trayectoria educativa y laboral con el principio de igualdad totalmente prostituido.

Según publica El Mundo, hay regiones 'duras' con la evaluación ortográfica, mientras que otras son laxas. En Extremadura y Castilla-La Mancha, por ejemplo, más de cinco faltas de ortografía te pueden llevar a suspender un examen que era de 10 por conocimientos, mientras que en Baleares esos errores ni penalizan, ya que se empieza a descontar a partir de la sexta falta.

A vueltas con la selectividad única

Desde que se creó el Estado de las autonomías, y su posterior transferencia de las competencias, mucho se ha debatido si asuntos claves como la sanidad o la educación deberían volver a estar centralizadas en pro de una mejor organización, cumpliendo con ese principio igualitario.

No son pocas voces las que se han alzado en los últimos tiempos a favor de una prueba selectiva homogénea y donde un alumno de determinado territorio no lo tenga peor por el simple hecho de su lugar de nacimiento.

En 2022, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, solicitó al Ejecutivo central una Selectividad única con dos tipos de accesos: nacional y autonómico.

El argumento sobre el que se sostenía la dirigente madrileña era que los estudiantes deberían tener las mismas oportunidades. El modo de garantizarlo era ofrecer dos Evaluaciones para el Acceso a la Universidad, una nacional para los estudiantes que tuvieran pensado acceder a un centro fuera de su comunidad y otra autonómica para aquellos que quisieran proseguir con sus estudios en su región de origen.

«Es muy perjudicial que no tengamos una selectividad única que iguale a todos los estudiantes y que además, no divida al país aún más también en materia educativa», señaló.

Una idea que volvió a retomar recientemente durante un desayuno informativo organizado por El Debate. Bajo el título Madrid, región al servicio de España, Ayuso presentó un plan de catorce retos en su programa donde la educación aparecía preferentemente.

Con la intención de «vertebrar España», la líder 'popular' remarcaba su intención de buscar acuerdos con otras comunidades «para que empiece a haber una Selectividad común».

El Ejecutivo central no lo ve

Todos los años, cuando se llega al periodo de inicio de este tipo de exámenes, el Gobierno de la nación se ve obligado a explicar su posición en torno a ellos.

A pesar de que los demandantes de un examen único arrecian, los socialistas han reivindicado que el modelo autonómico actual «funciona bien», aunque «con algún defecto», en palabras del Secretario de Estado José Manuel Pingarrón. «No veo motivos por el cual el examen único nacional vaya a mejorarlo. Los cambios se pueden debatir, pero con cuidado y sin experimentos», agregó.

Pilar Alegría, ministra de Educación, tampoco lo ha contemplado cuando ha sido cuestionada al respecto. «Cuando estuvo el PP no hizo ni el más mínimo intento (de ponerla en marcha)».

Diferente vara de medir

A día de hoy, y hasta la entrada en vigor de la nueva EBAU, paralizada por el adelanto electoral, Extremadura y Castilla-La Mancha no ponen límite en la rebaja de puntos en el examen de Lengua, seguidas por Murcia y Madrid que restan medio punto, pero aparecen como más benevolentes al establecer que no se puede rebajar más de tres puntos.

Hay regiones donde una falta ortográfica está sancionada con -0,25 puntos (Comunidad Valenciana, Castilla y León y Cantabria).

En Baleares no tiene efectos negativos cometer cinco errores y se restan solo -0,25 puntos entre seis y diez fallos; -0,5 por entre 11 y 15; -1 por entre 16 y 20, -1,5 por entre 21 y 25, hasta el punto de que un alumno puede llegar a acumular más de 26 faltas por mala ortografía y solo sufrir el exiguo descuento de dos puntos en su nota final.