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LA EDUCACIÓN EN LA ENCRUCIJADAISMAEL SANZ

El positivo efecto de tener padres lectores en los resultados académicos de sus hijos

Es interesante observar que los alumnos españoles de cuarto de primaria, a cuyos padres les gusta mucho leer, alcanzan 540 puntos en la prueba internacional de lectura PIRLS

PIRLS es una evaluación internacional de lectura para estudiantes de cuarto de primaria. Se realiza cada cinco años. Los resultados publicados el mes pasado por la IEA, una organización internacional, indican que España ha disminuido la competencia lectora de los estudiantes de 4º de primaria entre 2016 y 2021. Esta es la primera vez que nuestro país experimenta una disminución en los resultados desde nuestra primera participación en PIRLS.

En concreto, los estudiantes de cuarto de primaria de España obtuvieron 521 puntos en competencia lectora en 2021, siete puntos menos que los 528 obtenidos en 2016. La competencia lectora de los estudiantes españoles en 2021 está por debajo del promedio de la UE (528) y la OCDE (533). Es cierto que de los 32 países para los que se dispone de datos comparables de los resultados de PIRLS en 2016 y 2021, hay 21 que también han experimentado una disminución en los resultados en competencia lectora.

Esta caída generalizada en los resultados se debe en gran medida al cierre de las escuelas que ocurrió a partir de marzo de 2020 debido a la pandemia de la covid en todo el mundo. Los estudiantes de muchos países no aprendieron tanto con la educación en línea como lo hubieran hecho en un curso ordinario con la enseñanza presencial. Sin embargo, hay 11 de los 32 países con datos comparables que han logrado que sus estudiantes no se vean afectados en su competencia lectora por el cierre de las escuelas durante la covid.

Un aspecto que no se ha destacado es el hecho de que los estudiantes españoles más afectados por la disminución en la competencia lectora han sido los niños de familias desfavorecidas. La disminución en los resultados en España se ha sentido de manera más intensa en el extremo inferior de la distribución.

Gráfico elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE)

Es interesante observar que los alumnos españoles de cuarto de primaria, a cuyos padres les gusta mucho leer, alcanzan 540 puntos en la prueba internacional de lectura PIRLS. Sin embargo, los estudiantes de primaria a cuyos padres no les gusta nada leer tienen 498 puntos. La diferencia entre 540 y 498 puntos es de casi un curso escolar. Es decir, los alumnos, a cuyos padres les gusta leer llevan casi un curso de ventaja ya en cuarto de primaria con respecto a los que no tienen ese ejemplo en el hogar.

Leer cuentos desde pequeño, leer en alto, hablar sobre lo que se ha hecho en la escuela o sobre lo que se ha leído, y leer las letras de las canciones para niños, jugar con las letras, con las palabras, se asocia a unos mejores resultados en competencia lectora en cuarto de primaria. Los alumnos españoles que realizan estas actividades frecuentemente durante la educación infantil o los primeros años de primaria tienen 535 puntos en PIRLS en el cuarto curso, por los 510 de los qué lo hacen con menos frecuencia.

PIRLS. Informe Internacional

Anteriores ediciones de PIRLS habían mostrado que estudiantes españoles en hogares con más de 200 libros en casa tienen 62 puntos más en lectura que los que tienen menos de 10 libros (INEE). Es interesante observar que el gusto por la lectura de las madres y padres parece estar más asociado con los resultados en comprensión lectora de los alumnos que el gusto por la lectura de los propios alumnos. Así, los estudiantes a los que les gusta mucho leer registran 527 puntos en PIRLS, por los 517 de los que les gusta poco leer o los 509 de los que no les gusta nada leer. El uso de herramientas digitales para encontrar o leer información para los deberes no tiene una asociación clara con la competencia lectora. De hecho, los alumnos que usan ordenadores, tablets o móviles para los deberes más de 30 minutos al día, tienen 518 puntos por los 526 que alcanzan los que usan estas herramientas digitales menos de 30 minutos diarios.

  • Ismael Sanz es profesor de la URJC y Visiting Senior Fellow de London School of Economics