Así es en realidad la polémica ley educativa aprobada en Hungría

Los sindicatos de profesores y estudiantes se manifestaron durante toda la jornada frente al edificio de la soberanía húngara exigiendo que no se aprobara dicho documento. Las razones principales son tres: los docentes ya no serían funcionarios sino «trabajadores públicos de la educación» –un cambio significativo si se tienen en cuenta los beneficios de trabajar en la administración de un Estado–, posible aumento de las horas de trabajo en función de la carga laboral y la movilidad forzosa en caso de que se deba cubrir una plaza vacante, siempre y cuando no aumenten los costes para el profesorado.

El aumento de las horas de trabajo iría aparejado a un aumento de sueldo, si bien está condicionado a que Hungría reciba de una vez por todas la cuantía prometida por parte de Bruselas en concepto de recuperación post-COVID19. Una ayuda que otros Estados miembros sí han recibido y que, según el Ejecutivo de Viktor Orbán, su país es excluido por cuestiones ideológicas.

El salario es uno de los aspectos clave que más ha movilizado a los manifestantes contra esta ley. Los sueldos de los maestros húngaros son de los más bajos de la Unión Europea, si bien es cierto que el coste de vida va a la par. Hungría ha experimentado un crecimiento económico digno de mención en los últimos años bajo las tres mayorías absolutas consecutivas de Fidesz pero, aun así, la inflación ha hecho mella en la economía del país alcanzando el 20,1% en junio de este año. Según la agencia italiana de noticias ANSA, más de 5.000 profesores han amenazado estos días con renunciar a sus puestos de trabajo si no se revoca le ley educativa antes del comienzo del curso escolar. La fecha oficial para el comienzo del nuevo marco laboral es el 1 de enero de 2024.

Más allá de los elementos resaltados por la oposición, los puntos clave de esta ley son:

• Está en consonancia con el objetivo más amplio de sustituir el estatuto universal de funcionario por estatutos específicos para las profesiones; lo mismo ha ocurrido con médicos, enfermeros, policías y soldados. En resumen: aumento salarial y nuevo estatuto profesional.

• Creación de cuatro categorías salariales y un sistema de remuneración extra basada en el esfuerzo.

• El número de clases por semana se fija en 24. Hasta ahora oscilaban entre 22 y 26. Es petición de los sindicatos.

• Los días de vacaciones pagadas pasan de 20 a 50.

¿Por qué se dan las protestas?

Las noticias relacionadas con Hungría suelen reforzar la idea de que es un gobierno ultraconservador, ultranacionalista y ultraproteccionista. Esto se enfrenta así a la idea de una UE sin identidades nacionales, libre de toda ataduras, respetuosa con los derechos de las minorías, etc. Regular los estatutos laborales es algo que todo gobierno europeo ha hecho; proveer de una remuneración extra basada en el esfuerzo, no. Se multiplican en más de dos veces las vacaciones pagadas y se atiende a determinadas peticiones de los sindicatos.

En esta línea, la presidenta del país Katalin Novák apoya el texto y argumenta que «muchos puntos controvertidos de este proyecto de ley, que dio lugar a las protestas, se han omitido o modificado significativamente». Según Novák, Hungría necesita «jóvenes seguros de sí mismos, con conocimientos competitivos y valores estables», en relación con la exclusión de la ideología de género de las escuelas -hecho por el que también reciben presión desde Bruselas y de otros Estados de la Unión Europea-. Para poder avanzar en la propuesta de la mejora salarial hizo un llamamiento a los actores políticos nacionales y de la Unión para conseguir los fondos necesarios que permitan la subida salarial masiva del profesorado.

Si bien lo aprobado este martes influye en la educación primaria y secundaria, la universitaria parece que se libra de la polémica al mejorar en determinadas áreas. Este el caso de la Universidad Húngara de Agricultura y Ciencias de la Vida (MATE, por sus siglas en húngaro), institución cofinanciada entre el gobierno húngaro y la UE que se ha posicionado entre las 250 mejores universidades agrícolas del mundo en apenas unos años.