Fundado en 1910

La última reforma educativa ha reducido visiblemente la exigenciaLu Tolstova

Adiós a las definiciones teóricas

La amenaza de la ley Celaá se cumple en un libro de texto que 'explica' qué es la atmósfera sin definirla

Un manual de Biología y Geología de 1º de la ESO promete una nueva forma de aprendizaje «sin definiciones teóricas», tal y como busca la vigente ley educativa

La reforma curricular propuesta por la LOMLOE avisaba un cambio de modelo en el que el alumnado tendría que memorizar menos en su objetivo de adquirir las competencias «que le permitieran afrontar de manera práctica» los «retos del presente», según defendió la entonces ministra de Educación que a su vez daba nombre a la ley, Isabel Celaá.

Educación defendió eliminar «el exceso de contenidos» y la «memorización» de cara a los nuevos currículos escolares, y el Gobierno aseguró entonces que con esta norma pretendía que España se alinease «con otros modelos educativos más innovadores como Finlandia, Escocia o Portugal».

Celaá, y su sucesora, Pilar Alegría, defendieron que la LOMLOE debía castigar «la excesiva cantidad de contenidos de las leyes anteriores» para centrarse en «los aprendizajes esenciales».

En los últimos días, aquellos avisos se han materializado en ejemplos concretos, como sucede con uno de los libros de la asignatura Biología y Geología para 1º de la ESO.

La atmósfera sin definir la atmósfera

Así, el citado manual propone aprender lo que es la atmósfera sin definir previamente qué es la atmósfera. Un usuario de X, antes Twitter, adjuntaba varias capturas en las que comentaba lo siguiente: «El libro en cuestión es más parecido a un cómic. Mucho dibujo, poco texto y una estructuración de contenidos incompatible con el aprendizaje».

El pedagogo Gregorio Luri, colaborador de El Debate, también criticaba la ausencia de definiciones teóricas: «Aprenderás de forma práctica y competencial, actividad a actividad y sin necesidad de definiciones teóricas».

Supervisión y control

En España se editan miles de estos manuales cuyos contenidos deciden las editoriales siguiendo las directrices generales de los gobiernos centrales y los desarrollos curriculares de las autonomías.

El resultado es que, a veces, hay manuales que llegan a las aulas sin el control adecuado ni la correcta supervisión, como sucedió recientemente cuando un libro de primaria de la editorial SM aseguraba que la URSS compartía una «ideología liberal» con la II República española.

​Es por ello por lo que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó la inauguración del curso escolar en la región de Madrid para anunciar que revisará los libros escolares madrileños para que no sean «ideológicos».

Con el objetivo de evitar que entre sus páginas haya «ingeniería social» que adoctrine a los alumnos de Madrid, la presidenta autonómica ha insistido en que su región firmará convenios con «la Real Academia Española, de Historia, Bellas Artes y Ciencias Exactas» para que les ayuden «recomendando y preparando materiales y actividades acordes a cada edad, para que alumnos, docentes y padres los tengan a su disposición».