Educación
Un instituto de Zaragoza, libre de móviles por votación popular: «Así oxigenamos el cerebro de los chicos»
El IES Reyes Católicos se convierte en pionero en desterrar cualquier presencia del móvil en el centro durante horario lectivo mediante sufragio: «No podíamos permanecer ajenos a esta problemática», dice su director
Es la noticia de la que todo el mundo, en Ejea de los Caballeros, habla estos días en esta localidad zaragozana de 17.000 habitantes. El Instituto de Educación Secundaria Reyes Católicos se ha convertido en un espacio libre de móviles. Y ha sido pionero en la forma de hacerlo, al adoptar la medida mediante una votación popular.
Es decir, de forma democrática, la comunidad educativa, compuesta por dirección, profesorado, trabajadores y familias, ha decidido con su voto que todo aquel que pise el centro tenga prohibido hacer uso de su móvil en horario lectivo, entre las 08:30 y las 15:30 de la tarde.
De hecho, la entrevista de este medio con su director, Patxi Abadía, se hace obviamente al teléfono fijo del instituto. «Nos tenemos que acostumbrar a volver a funcionar únicamente con la línea fija y el correo electrónico, como antes. Obviamente yo tengo mi móvil en mi despacho si surge alguna urgencia, pero los alumnos no me verán nunca con él por los pasillos».
Medida pionera
Abadía reconoce que él y su equipo llevaban barruntando esta medida desde hacía tiempo. «El debate viene de lejos, pero se pospuso por la pandemia, y decidimos retomarlo por la inquietud de las familias ante los estragos que provoca el abuso del teléfono móvil, sobre todo entre los más jóvenes. Ahora, pretendemos oxigenar el cerebro de los estudiantes durante algunas horas», resume.
«No podíamos permanecer más tiempo ajenos a una problemática de la que hay ya demasiadas evidencias», dice el director, a la vez que cita los estudios que concluyen el daño que el uso continuado del móvil puede provocar entre el alumnado: estrés, ansiedad, aislamiento, problemas de memoria y concentración, ciberacoso…
En algunas comunidades autónomas, el no uso del teléfono móvil dentro del centro está ya regulado, algo que no sucedía en Aragón, donde se dejaba en manos de los centros la decisión a través de sus respectivos Reglamentos de Régimen Interno: «Hicimos una campaña de concienciación antes de la votación, advirtiendo de que el teléfono ya no se podría usar ni en los recreos».
A pesar de que a alguno, sobre todo a aquellos más obsesionados con mirar la pantalla cada poco tiempo, no le habrá gustado una medida tan restrictiva, Abadía se confiesa «gratamente sorprendido» por la respuesta. «Entró en vigor el pasado miércoles y creo que esto está calando. Se han puesto en contacto con nosotros otros colegios e institutos de Aragón y de otras partes de España para saber cómo la hemos implementado».
La presencia del móvil dentro de los centros educativos es cada vez más objeto de debate, si no de polémica. Aunque obviamente su uso ya estaba restringido durante la clase, en algunos lugares no se dice nada de su aparición en recreos u otras actividades.
Diversos estudios apuntan a los problemas que el uso sobrecontinuado del teléfono personal puede provocar entre los más jóvenes, más vulnerables a caer en la adicción de tener que mirarlo cada poco.
Está comprobado que el teléfono puede provocar daños en la salud mental de los estudiantes, facilitando la aparición de síntomas compatibles con la ansiedad y la depresión, a la vez de que influye negativamente en su desempeño escolar, por representar un peligro para la concentración y la memoria.
Ahora, al menos en horario lectivo, que no son pocas horas, deberán acostumbrarse a no usarlo, lo que se espera que suponga una medida que oxigene. En otros países de nuestro entorno, como Suecia o Francia, el debate está directamente superado, y las pantallas y los móviles están desterrados de la educación.