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Estudiantes en un colegio de MadridEP

Educación

Fracaso escolar: ¿perjudican el colegio y los estereotipos más a los niños que a las niñas?

A los alumnos varones les suele ir, en líneas generales, peor, hasta el punto de que casi 7 de cada 10 estudiantes que abandonan los estudios son hombres, pero en entornos aislados y fuera del aula, su desempeño es similar al de las chicas

El fracaso escolar tiene género y es masculino. Sin embargo, parece que son los factores externos a la mera resolución de ejercicios los que acaban provocando que a los futuros adolescentes varones les vaya peor en los estudios que a las féminas, hasta el punto de que el abandono escolar impacta muchísimo más sobre los hombres.

Si, por contra, solo atendemos a la resolución de ejercicios de manera individualizada en los estadios iniciales, nos encontraremos entonces que no se observan grandes diferencias. «En nuestra base de datos, y con millones de ejercicios hechos, los niños lo hacen igual que las niñas. En un entorno aislado, ellos solos frente al ordenador, no se aprecian diferencias, por lo que cabe concluir a modo de hipótesis que hay factores en las clases que hace que no sea así en los colegios», declaraba recientemente, para un reportaje anterior, el cofundador de Smartick, Javier Arroyo.

Por eso, desde El Debate hemos querido profundizar más en esta cuestión. ¿Qué está perjudicando más a los niños si a nivel individual no se aprecian diferencias reseñables respecto a sus compañeras? «La única diferencia es que las niñas son más metódicas, tienden más a revisar las respuestas una vez finalizados los ejercicios», añade a este medio César Fernández, del equipo de didáctica de esta plataforma.

«Nuestra plataforma funciona con un trabajo individualizado, lo que nos lleva a pensar que cuando los alumnos no están separados por ninguna etiqueta, como puede ser la cuestión de género, sus resultados son más o menos parecidos».

Brecha en el colegio

Entonces, ¿por qué se produce en los colegios esa brecha de género que luego acabará provocando que ellos protagonicen porcentajes más altos en fracaso escolar? «Los estereotipos que arrastramos, las etiquetas… acaban afectando a cualquier colectivo de iguales», opina Fernández.

«La escuela reproduce los estereotipos de la sociedad, porque está creada para ser un reproductor social pensada para crear la sociedad del mañana», dice. En toco caso, y dando por buena esta teoría, las mayores diferencias acabarán destapándose siempre en la secundaria. «Las motivaciones de los estudiantes se fraguan en la primaria, pero los hechos (como por ejemplo, qué carrera elegir) vienen en la secundaria, allí es donde los estereotipos, el cumplir con lo que se supone que tienes que ser o hacer, acaban teniendo más peso».

Fernández, que ha sido docente varios años, lamenta que las actuales ratios no permitan en la escuela actual esa atención individualizada con la cual, unos y otras demuestran un desempeño similar. «Bajar las ratios, ya se sabe, impactaría directamente en la mejora del nivel general que, por otra parte, es hoy peor que antes. Pero por desgracia, es casi imposible fomentar esa atención individual cuando tienes 25 realidades diferentes en la clase».

Fenómeno oculto

El fenómeno del fracaso escolar mayoritariamente masculino, aunque no es nuevo, permanece oculto precisamente porque no está en el foco al afectar más al hombre que a la mujer.

​Según la experta María Calvo, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid y autora de varios libros sobre masculinidad y feminidad, existe en el sistema educativo «una absoluta falta de comprensión hacia las actitudes masculinas». «Muchos niños acabarán tirando la toalla precisamente por falta de comprensión, algo que provoca negar las diferencias biológicas».

Otros factores, como la casi unánime presencia de profesorado femenino en las aulas podrían influir a su vez en el desempeño educativo de los varones. «Las formas de enseñanza muy feminizadas no ayudan a los chicos, que necesitan, tanto un cierto nivel de competencia, como una jerarquía y autoridad en las que alguien les ponga en su lugar y ayude así a su autocontrol».