Por qué la FP Dual funciona en Alemania: «España necesita una educación que incluya aprendizaje efectivo»

A España le está costando implementar la FP Dual en su sistema educativo. Sin embargo, cada vez más es una alternativa que goza de mayor atención, dado el interés que despierta el hecho de que sea una formación que combina enseñanza y aprendizaje tanto en los centros educativos como en las empresas, lo que busca una inmersión más profunda en el entorno productivo.

Los ponentes que han intervenido en el IX Foro de la Alianza para la FP Dual, organizada por la Fundación Bertelsmann y Repsol, han coincidido en que «una mayor apuesta» en España por este modelo «tendría un impacto espectacular en la productividad económica». No en vano, según datos del Consejo Económico y Social (CES), actualmente solo el 0,3 % de las empresas en nuestro territorio participan en esta modalidad.

Las cifras de los alumnos están aumentando, pero siguen siendo bajas para un mercado laboral que demanda cada día más perfiles técnicos cualificados.

Uno de los ponentes en este Foro ha sido Dieter Euler, profesor de Gestión Educativa y Empresarial en la Universidad de St. Gallen, que a su vez es autor principal de un minucioso estudio, encargado por la Fundación Bertelsmann, titulado ‘El sistema Dual en Alemania. ¿Es posible transferir el modelo al extranjero?’.

Y es que, el éxito de este modelo en el país germano ha despertado el interés por el enfoque dual en todo el mundo. Como se dice en el trabajo, India, China, Rusia y Vietnam han suscrito acuerdos de cooperación con el gobierno alemán.

La Comisión Europea se pronunció a favor en su informe estratégico Replantear la Educación. En la Unión Europea el paro entre menores de 25 años alcanza los 5,7 millones. En Grecia y España, la tasa de desempleo de este grupo de edad supera el 50 %. Estas fueron las respuestas del profesor Euler para El Debate, en una conversación que se hizo telefónicamente en inglés.

–¿Por qué la FP Dual funciona en Alemania?

–Funciona bien por dos razones. Una es que para las empresas es un sistema muy atractivo porque combina teoría y práctica, y mezcla a la perfección el cómo y el por qué. Esto provoca que el perfil de los egresados sea muy requerido por las compañías porque están muy en sintonía con el nivel de cualificación que estas exigen, algo que le diferencia a España. En Alemania, muchos trabajos requieren de lo que llamamos un nivel medio. No estamos diciendo que se necesiten graduados universitarios, no. Se pide un nivel medio para ejecutarlo –insisto, ni hablamos de trabajos no cualificados, o cualificados de altísimo nivel–y es el sistema dual el que lo proporciona.

–Entonces, ¿podemos afirmar que la FP Dual es la solución a las tasas de paro juvenil en países como el nuestro?

–No es la única solución, desde luego. El desempleo juvenil es altísimo en España, el mayor en el contexto europeo. Y solo con la apuesta de la FP Dual no desaparecerá por sí solo. Pero si tienes un sistema muy atractivo que se traduce en puestos de trabajo, consiguiendo graduados como aprendices, el número de personas cualificadas aumentará, y viceversa.

Combinación de aprendizaje efectivo

–Se dice que España sufre de 'titulitis' y que hay un exceso de universitarios para la situación de nuestro mercado laboral...

–No es fácil entrar en esto. Para muchos jóvenes y para sus padres, por una cuestión cultural, tener un título universitario siempre ha sido más atractivo que cualquier otro tipo de graduación. Ahora bien, proponemos seguir manteniendo ese atractivo pero con una combinación con un aprendizaje efectivo. Esto, sin embargo, requiere que las empresas entiendan la contratación de estos jóvenes como una inversión. Es decir, no podemos aceptar que los tengan dos años como aprendices y luego coger a otros que vengan detrás, sino que sea una relación laboral a largo plazo. De hecho, en la opción más deseable, una vez se termina el periodo de la FP Dual y ellos siguen trabajando, se puede pasar a la Universidad para finalizar una licenciatura. Esto está siendo exitoso en Alemania, Suiza y Austria.

–¿Qué preocupaciones le ha transmitido el público español?

–Creo que España necesita una educación que, después de la obligatoria, ofrezca a los jóvenes cierta perspectiva sobre la vida laboral. Un cierto grado de seguridad laboral y esperanzas de ascenso. Eso es lo que se espera después de la educación obligatoria. Y una vez que lo logres, aquel que lo desee, proseguir sus estudios en la Universidad. Pero esas empresas siguen requiriendo ese nivel medio de cualificación que ofrece la Dual. A mí me parece que para alcanzar un alto grado de empleabilidad y movilidad, este modelo es una buena vía de entrada para los jóvenes. En Alemania y en Suiza existe una larga tradición. En España parece un sistema mucho más nuevo, por lo que se debe hacer mejor publicidad de ello. Hay mucho potencial por delante.