Ilustración: historia; ley de memoria democratica, iconoclastas
Educación
El Consejo de Europa concluye que España se ha empeñado en que sus alumnos no conozcan su historia
El organismo europeo cree que las leyes educativas y el poco tiempo asignado a esta materia hacen que en nuestro país no se estudie bien nuestro pasado
El que no conoce su historia está condenado a repetirla. Y la advertencia de esta popular sentencia parece pasar inadvertida entre los responsables educativos y gubernamentales de este país, si hacemos caso a lo que dictamina el Consejo de Europa.
El primer informe general sobre el estado de la enseñanza de la Historia en Europa, que ha elaborado el Observatorio de Enseñanza de la Historia en Europa (OHTE), ha concluido que las numerosas leyes educativas que viene soportando nuestro país en las últimas décadas es el «principal obstáculo» que tienen los profesores para la enseñanza de esta asignatura.
Además del recurrente cambio en la legislación educativa, la investigación apunta al poco tiempo que tienen los docentes disponible para preparar las lecciones o al poco tiempo asignado a la materia en los planes de estudios.
Por si fuera poco, la Historia en España se enseña en diferentes idiomas, debido a que en algunas comunidades autónomas se aplica la regla de la cooficialidad, por lo que la inclusión del catalán, el vasco o gallego puede causar problemas de aprendizaje entre aquellos ratios de alumnado castellanoparlante.
Este trabajo sirve para proporcionar una instantánea de cómo se enseña la Historia en Albania, Andorra, Armenia, Chipre, Francia, Georgia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Macedonia del Norte, Portugal, Serbia, Eslovenia, España, Turquía y Ucrania. El informe ha analizado el lugar de Historia en los sistemas educativos, explorando libros de texto y otros recursos educativos y observando los resultados del aprendizaje y la evaluación de los estudiantes.
Una EBAU con efectos nocivos
Al respecto de la conclusión a la que llega el Consejo de Europa, son varios los organismos que han alertado de las consecuencias que puede tener para el estudiantado español el desprecio a la asignatura de Historia.
La Real Academia de la Historia llamaba la atención por los «efectos nocivos» que provocaría la reforma de la prueba de acceso a la Universidad, es decir, la EBAU, sobre la conciencia histórica de los jóvenes ciudadanos.
En la nueva Selectividad, los alumnos deberán elegir para examinarse entre Historia de España o Historia de la Filosofía, según quedaba reflejado en el proyecto que determinará las características, el diseño y el contenido de la prueba. Historia sufrirá una conversión que le hará pasar de materia troncal a opcional y electiva, lo que permitirá a los futuros estudiantes no tener que demostrar conocimientos sobre la historia del país del que forman parte.
Como ha podido comprobar el Consejo de Europa, otros países del mismo entorno histórico y cultural de España consideran, por su parte que la formación histórica «es una parte esencial e inexcusable» de todos sus ciudadanos en todos los estadios educativos y por supuesto, entre aquellos que aspiran a seguir estudios superiores.
La Real Academia de Historia de España ha solicitado al Ejecutivo que se replantee su propuesta y que esta materia siga gozando de su troncalidad en la prueba de la EBAU del curso 2023-2024.
En noviembre de 2020, 17 Estados miembros del Consejo de Europa, entre los que se encuentra España, establecieron el Observatorio de la Enseñanza de la Historia en Europa con el objetivo de promover prácticas que fomenten la enseñanza y el aprendizaje de la historia con vistas a reforzar los valores europeos. Entre sus funciones está también la de impulsar actividades que fomenten el debate y el intercambio de buenas prácticas en su enseñanza.
No parece, sin embargo, que nuestro país esté tomándolo en cuenta posteriormente.
