Los padres que piden bilingüismo recuerdan que los «insultos» a los eurodiputados también los sufren ellos

La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) y Docentes Libres (DL) han denunciado el «acoso» y también los «insultos y presiones» que han recibido los parlamentarios que han estado en Cataluña estos días para analizar los efectos de la inmersión lingüística en las escuelas catalanas. La propia presidenta de la misión, Yana Toom, ha destacado esta cuestión, estas presiones del entorno independentista, así como el control que ejerció la Generalitat con los directores de los centros que visitaron, para vigilar sus respuestas. Y de hecho, Ana Losada, presidenta de la AEB y Carlos Silva, de DL, han recordado que algo parecido es lo que sufren los padres que quieren más educación en castellano para sus hijos.

Ambas entidades apuntan directamente a la Generalitat y al Gobierno. Al primero, especialmente por su prepotencia, y al segundo, por su inacción. De hecho, han destacado la actitud de la consejera de Educación, Anna Simó, y de la portavoz del Govern, Patricia Plaja, que ningunearon no solo la misión, sino a los eurodiputados. Simó les llegó a acusar de «desconocimiento», mientras que Plaja cargó contra ellos, entre otras cuestiones, por su sesgo ideológico. Para estas entidades, esta actitud es muy grave, teniendo en cuenta que ninguna ha salido estar «a la altura institucional de sus cargos».

Y del Gobierno y de los socialistas, también han recordado que, en su momento, pactaron con el presidente de la Generalitat «no acatar las sentencia que exigían el 25% de castellano». Eso, y que solo unos días antes de que empezara la misión se descolgaran, tal y como ha recordado Toom. Precisamente de las palabras de la líder de la misión, creen que el informe de Europa puede ir en la línea de que la inmersión lingüística es un sistema que perjudica al alumnado de Cataluña, porque han podido comprobar que se discrimina a los alumnos castellanohablantes y se vulneran derechos lingüísticos de los alumnos.

Más allá de estas críticas, consideran que ha quedado contrastado «que el modelo catalán es un modelo fracasado. Machaconamente, las autoridades y sus corifeos califican como de éxito, pero las valoraciones objetivas han demostrado que es un modelo de fracaso que necesita una total renovación». De ahí que pidan que se revise este modelo para que se tengan en cuenta estas «consecuencias negativas del modelo de asimilación monolingüe» que tan «desastrosas repercusiones» tiene para los alumnos.

Los padres

Es la valoración que hacen las entidades que en 2017 iniciaron todo este proceso en el Parlamento Europeo. Aunque no han sido los únicos. Entre los peticionarios también ha estado Jordi López, que es uno de los padres que ha tenido que recurrir a la justicia para que sus hijos puedan estudiar en castellano. Y especialmente importante es para uno de ellos, que tiene necesidades educativas especiales. Jordi cuenta con informes de psicopedagogos que recomiendan que lo mejor para su escolarización y su aprendizaje, es que reciba la enseñanza en lengua materna, en castellano.

Pero el centro en un primer momento se negó, escudándose en su plan educativo y docente. Esta escuela, pro cierto, es una de las que visitaron los eurodiputados. Jordi también recuerda que por pedir lo que consideran mejor para sus hijos han sido acosados, insultados y también aislados, porque «dejan de ir a cumpleaños».

Y también está el caso de Agustín, que presentó una querella. No tuvo suerte y finalmente matriculó a sus hijos en un centro privado trilingüe por el que ha pagado 10 mil euros mensuales. Tom´´o la decisión acertada, asegura, pero lamenta que se haya llegado a esta situación por culpa de los radicales.