Fundado en 1910

Solo el 25 % de los docentes consultados dijeron estar de acuerdo con que sus libros sean objetivosLu Tolstova

Educación

España es el país donde los profesores menos confían en sus libros de texto para enseñar Historia

Una pequeñísima parte de los docentes consultados asegura estar de acuerdo con que los manuales propuestos para su asignatura sean objetivos

Los profesores de Historia españoles no se fían de los libros de texto que les proponen para enseñar la materia.

Según el Observatorio Europeo de la Enseñanza de la Historia, un organismo que agrupa a 16 naciones del continente y que depende del Consejo de Europa, solo el 25 % de los docentes contestaron en positivo a la pregunta de si se estaba de acuerdo o en desacuerdo con que los manuales son objetivos.

Hasta un 42 % de los que participaron en la encuesta para el estudio Informe General del Estado de la Enseñanza de la Historia en Europa, dijo opinar que ni una cosa ni la otra, mientras que un nada desdeñable 33 % aseguró estar muy en desacuerdo.

Esta posición del profesorado nacional contrasta con, por ejemplo, el de Eslovenia, donde un 73 % considera a sus libros de texto como objetivos, Albania, con un 70 %, Serbia, con un 61 % y Georgia y Portugal, con un 53 %.

Obstáculos para enseñar la Historia

En sus conclusiones, el Consejo de Europa dictaminó que la cantidad de reformas educativas que había sufrido España eran el principal obstáculo que se encontraban los profesores para la enseñanza de esta materia en España.

A este respecto, el profesor Xavier Massó comentaba lo siguiente en una entrevista para El Debate. «La actual ley vigente en España es nefasta, porque es una LOGSE acelerada. Partimos de una situación en que la LOMCE, conocida como ley Wert, ya era un despropósito, pero la LOMLOE supone una vuelta a los tiempos más duros. Es una norma cuyo espíritu conlleva la prohibición de enseñar, no ya de aprender. Consolida un sistema que pretende enseñar al alumno la raíz cuadrada sin consolidar antes la capacidad de multiplicar y dividir por haber renunciado a la transmisión de los conocimientos».

Además del frecuente cambio en las leyes educativas, el informe, que realiza una semblanza de cómo se enseña la Historia en Albania, Andorra, Armenia, Chipre, Francia, Georgia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Macedonia del Norte, Portugal, Serbia, Eslovenia, España, Turquía y Ucrania, detecta que el poco tiempo que tienen los maestros «para preparar las lecciones» o el tiempo que suelen tener asignado a la Historia en los planes de estudios son obstáculos para la enseñanza de esta asignatura.