El futbolista de Primera División que se ha graduado en Magisterio porque sueña con ser profesor
Aunque cada vez es más habitual que los deportistas de élite no abandonen los estudios, sí que es más complicado que elijan este grado para convertirse en docentes
En el deporte de élite, no son pocos los casos de profesionales que han decidido no dejar los estudios, pese a las exigencias del día a día, para desempeñarse profesionalmente una vez dejen de competir al máximo nivel.
Compaginar los libros de texto con una profesión tan exigente como la de deportista profesional no es fácil, pero son muchos los ejemplos que demuestran que, entre entrenamientos, viajes y competición, es posible cursar incluso una carrera universitaria.
En el caso de nuestro protagonista, lo excepcional no es que haya asistido a la universidad, sino, posiblemente, el grado elegido. Muchos de sus compañeros suelen optar por carreras vinculadas al mundo de la empresa, la comunicación, o el márketing, pero él se ha formado para su vocación, la de ser profesor. Por eso eligió Magisterio.
Centrocampista y profesor
Hablamos de Manu Trigueros, centrocampista del Villarreal, jugador con más partidos en la historia del club. Según cuenta el centrocampista en una entrevista para Views, la revista de CEU Alumni, decidió estudiar Magisterio de Educación Física en el CEU Cardenal Herrera, en el Campus de Castellón, cuando comenzaba a despuntar en Primera División.
«Fue una grata experiencia, entrenaba por las mañanas y por las tardes tenía clase. Fue una experiencia que me sirvió también para olvidarme de la presión del mundo del fútbol, de la élite, porque cuando estudiaba en el CEU ya jugaba en Primera y en Europa. Me sirvió de escapatoria para no pensar en el fútbol y distraerme un poco», cuenta.
Trigueros explica también por qué se decantó por esta titulación.
«Mis padres son maestros, los dos, incluso cuando era pequeño mi padre me dio clase. Me gustan los niños y tengo paciencia. Es una carrera y una profesión que me atrae. Hice prácticas en un colegio de Villarreal, La Consolación, y me gustó mucho ese tiempo y me sirvió también para darme cuenta de que había elegido bien la carrera».
De su etapa en esta universidad, recuerda con cariño que «aprendió el compañerismo» y «valores muy positivos» que le han ayudado también en su trayectoria como futbolista de los grandes.
El jugador reconoce que matricularse en Magisterio «era su plan B» por si lo del fútbol no salía bien. «Cuando me retire , seguiré vinculado a algo relacionado con el fútbol y la educación», finaliza.