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Varios alumnos en un aulaEuropa Press

Los alumnos vascos castellanohablantes sacaron mejores notas en el examen PISA que los que eligieron el euskera

Los estudiantes cuyo idioma materno es el español pero hicieron la prueba en vasco obtuvieron resultados propios de alumnos que van un curso y medio por detrás

Los resultados del informe PISA aún siguen proporcionándonos datos interesantes meses después de su publicación. Los «catastróficos» resultados de los alumnos catalanes fueron de lo más destacable del examen, que se lleva a cabo por la OCDE a nivel mundial y mide el rendimiento académico de los alumnos en Matemáticas, Ciencia y Lectura.

Las conclusiones del examen arrojan que España ha conseguido aumentar de forma significativa el porcentaje de estudiantes que se consideran de bajo rendimiento y ha reducido de forma igualmente significativa el de aquellos considerados de alto rendimiento en las tres materias a estudio.

Pero existen también otras lecturas a destacar que evidencian que los sistemas educativos no están del todo acertados en algunas comunidades autónomas, especialmente aquellas que cuentan con lenguas cooficiales. Las diferencias entre los alumnos que han realizado la prueba en su lengua materna y quienes no son palpables, poniendo en entredicho los modelos de inmersión lingüística.

Es el caso de País Vasco. El Correo publica un análisis de los resultados del examen PISA en el que se revela que los estudiantes que realizaron la prueba en su lengua materna –bien sea español o euskera– obtuvieron mejores resultados que quienes lo hicieron en el otro idioma cooficial, siendo especialmente evidente en los hablantes de castellano que realizaron su examen en vasco. Es algo que parece obvio: los resultados son mejores en la lengua que se habla en casa.

El quid de la cuestión se halla en que, a pesar de que tres cuartas partes de los alumnos vascos hablan la lengua de Cervantes en sus hogares, el 70 por ciento de los mismos escogen el modelo D en su educación, es decir, aquel en el que todas las asignaturas –salvo lengua castellana e inglés– se imparten íntegramente en euskera.

A la hora de examinarse en PISA, de los 2.274 alumnos que declararon tener el castellano como lengua materna, el 79 % escogió realizar la prueba en este idioma. Por contra, los vascohablantes (928) realizaron en su inmensa mayoría el examen en euskera, y tan solo el 6 por ciento la completó en castellano.

Estas diferencias se pueden ver bien en la prueba de Lectura. Los alumnos vascos obtuvieron una media de 466 puntos. Sin embargo, los castellanohablantes que realizaron el examen en su idioma obtuvieron 477 puntos, mientras que los que la hicieron en euskera cayeron a 432. Una diferencia muy palpable que equivaldría a ir un curso por detrás de lo que les corresponde, y es que hay consenso en señalar que 30 puntos equivalen a un curso académico.

Una situación que, tal y como destacan desde El Correo, se repite en el resto de asignaturas. Así, los hablantes de español que realizaron la prueba de Matemáticas en su lengua sacaron 482 puntos, que distan de los 469 que la hicieron en vasco. En Ciencias, la distancia aún es mayor: 484 puntos cuando se hizo en castellano frente a los 455 en euskera, de nuevo casi un curso de diferencia.

¿Un modelo acertado?

Estos resultados ponen en entredicho el sistema lingüístico vasco. Aunque –de momento– la elección de modelo (A, B o D) es opcional entre las familias, muchas denuncian que se hacen 'trampas' para que los alumnos no puedan elegir ser educados en castellano. La asociación 'Hablamos Español' ya ha manifestado en varias ocasiones que los centros educativos aluden a una falta de estudiantes del modelo A para no tener que implementarlo.

«A la familia que pedía el modelo A se le dice que eran pocos, que no valía la pena, y después se enteran de que hay más niños del mismo colegio que querían estudiar el mismo modelo. También se utilizan expresiones tan xenófobas como 'vas a estudiar con los negros' o 'va a estar con los inmigrantes'», afirmó Gloria Lago, presidenta de la asociación, el pasado mes de junio.

Este tipo de afirmaciones y presiones han contribuido a que la mayoría de familias termine optando por una educación 100 % en euskera. Algo que se refleja en los datos: en 2012 el modelo D –solo en vasco– matriculaba en 2012 al 58 % del alumnado de Secundaria. Una cifra que en 12 años ha aumentado hasta el 70 %, acogiendo de esta manera a la mayoría del alumnado independientemente de si su lengua habitual es una u otra.

Esto choca con las recomendaciones de la Unesco, ya que aunque esta educación multilingüe ayuda a preservar lenguas no dominantes y minoritarias «los estudios destacan los beneficios de utilizar las lenguas maternas en la educación». Según este informe, de esta manera se fomentan «mejores resultados de aprendizaje, autoestima y capacidad de pensamiento crítico», motivo por el que algunos expertos han instado a las instituciones a repensar el modelo D, pidiendo que también se tenga en cuenta la lengua materna de los estudiantes.

Parte de la oposición vasca, Ciudadanos, PP y Vox, hacen hincapié en que la nueva ley educativa del País Vasco margina al castellano y piden que se garantice el modelo A en cuanto un solo alumno lo solicite. El parlamentario de Ciudadanos, José Manuel Gil, argumentó en el parlamento que el articulado de la ley está «plagado de menciones al euskera como eje, hasta el punto de que esa es una de las condiciones para recibir fondos públicos por parte de los centros».