Asturias avanza en su imposición lingüística y estudia incorporar el bable en las escuelas infantiles

Algunos partidos políticos en Asturias, especialmente el PSOE, que gobierna la comunidad de la mano de Adrián Barbón, llevan años removiendo para aprobar una oficialidad del asturiano –también llamado bable, aunque este término está considerado como peyorativo por parte de los asturianistas– y el eonaviego, este último hablado en la parte occidental de la comunidad.

Aunque los socialistas lleven gobernando en el Principado prácticamente todo el período democrático –salvo entre 1995 y 1999 y 2011 y 2012– no han sido capaces de aprobar aún este polémico cambio, y es que sería necesario reformar el Estatuto de Autonomía y para ello se necesitan tres quintos del parlamento.

Debido a esta imposibilidad numérica, ya que el PP y Vox se oponen a esta oficialidad, el gobierno asturiano pretende impulsar por otras vías la promoción de estas lenguas que, muy a su pesar, tienen un índice de conocimiento bastante bajo. Tan solo cuentan con 100.000 hablantes nativos, a los que se podría sumar unos 400.000 más como segunda lengua. Unas cifras que realmente se alejan de la realidad, y es que lo más habitual es que el hablante medio mezcle castellano y asturiano, dando resultado a lo que se conoce como amestao o amestáu.

Por ello, la consejería de Educación del Principado se plantea ahora introducir la lengua y culturas asturianas como asignatura en las escuelas infantiles, es decir, aquellas que acogen niños de entre cero y tres años. Este idioma ya se imparte –eso sí, de forma optativa– en Primaria y Secundaria, pudiendo escoger como alternativa Cultura Asturiana u otras lenguas, como francés o alemán.

Otra iniciativa vinculada al proyecto educativo autonómico de 0 a 3 años consistiría en impartir formación al profesorado encargado de las llamadas escuelines. La Academia de la Llingua Asturiana, por su parte, ha anunciado que va a preparar materiales de eonaviego para los docentes, fomentando así este otro idioma que se habla en el occidente asturiano y que algunos expertos definen como una lengua de transición entre el asturiano y el gallego.

Incentivar la matriculación

El gobierno asturiano se propone también incentivar la inscripción en la asignatura de asturiano mediante la celebración de reuniones con los equipos directivos de los centros. Al ser una materia optativa en todos lo niveles y no poder hacerla obligatoria debido a que la lengua no es oficial, pretenden que sean los centros educativos los que bombardeen a los alumnos y las familias con propaganda para que escojan esa asignatura.

Otra de las reivindicaciones clave de los asturianistas reside en la creación de la especialidad docente de asturiano. Algo que la consejera reconoce que no es viable debido a la ausencia de ningún respaldo legal para la medida.