La movilidad de estudiantes, en aumento: hay más extranjeros que vienen a España y más nacionales que se van fuera
El Informe CYD indica que menos del 12 % de las titulaciones se imparten en otro idioma y que los profesionales extranjeros representan solo el 4,2 %
Se ha convertido en una experiencia casi obligatoria en el transcurso del estudio de una titulación tanto para aprender idiomas como para salir de casa. Estudiar en el extranjero a cursar un semestre o el año completo es una práctica muy habitual, especialmente entre los estudiantes de grados universitarios, gracias al famoso programa Erasmus, pero también cada vez más de posgrados y Formación Profesional.
Tanto es así que la internacionalización forma parte de las agendas de muchas universidades españolas. El Informe CYD 2023 ha analizado ahora los datos de movilidad de la universidad española y ha obtenido datos interesantes.
En el curso 2021-2022, las universidades españolas acogieron a 135.474 estudiantes extranjeros, un 7,8 % más que en los años previos a la pandemia de la covid-19. El conjunto de los estudiantes internacionales de movilidad se redujo –entre un 29 % y 54 %– el alumnado procedente de América Latina, el Caribe, EE.UU., Canadá, Asia y Oceanía, y aumentó –en más de un 50 %– el proveniente de países europeos que no pertenecen a la Unión Europea y los que proceden de África, sin incluir el norte del continente.
Son las universidades públicas las que aglutinan un mayor número de estudiantes internacionales, en concreto 91.985. Esto supone más del doble que el número de las privadas, que se queda en 43.489. No obstante, si se estudian los datos de manera proporcional, el alumnado extranjero representa el 18,82 % del total de las universidades privadas y el 7,85 % de las públicas.
En el caso de los estudiantes españoles, el número de alumnos matriculados en programas de movilidad aumentó un 5 % con respecto al curso 2018-2019, de manera que 54.163 estudiantes se inscribieron en universidades extranjeras, un 78% de ellos en otro país de la Unión Europea.
Tal y como explica Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD, las universidades españolas «son grandes receptoras y emisoras de estudiantes internacionales». Esto sucede, según indica, gracias a los convenios establecidos con otras universidades de la UE, la participación en el programa Erasmus y a la existencia del Espacio Europeo de Educación Superior, que ha consolidado una sólida red entre universidades españolas y las de países miembros de la UE.
Por regiones, en el curso 2021-2022, Navarra, con un 20,45 %, Cantabria (13,5 %) y Castilla y León (12,9 %) fueron las comunidades autónomas con más porcentaje de estudiantes internacionales matriculados.
Pocas titulaciones en idiomas extranjeros
A pesar de los datos positivos, la internacionalización de las universidades españolas presenta una serie de desafíos que deben abordarse para mejorar su proyección y competitividad a nivel global. Uno de los aspectos destacados es la impartición de titulaciones en idiomas extranjeros, un proceso que ha experimentado un crecimiento, aunque aún se encuentra rezagado en comparación con otros países. A pesar de los esfuerzos realizados, la capacitación del personal docente para enseñar en otros idiomas sigue siendo insuficiente, lo que limita la expansión de estas titulaciones.
Otro punto relevante es la colaboración con universidades extranjeras para la creación de programas conjuntos. Aunque las instituciones españolas han establecido vínculos tradicionales con universidades europeas, como Francia, Italia y Alemania, el informe recalca que es necesario fortalecer estas relaciones y explorar nuevas oportunidades de colaboración con instituciones de otros países. «La Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) contempla la posibilidad de títulos conjuntos, pero se requiere una mayor claridad en las directrices para su implementación», destaca.
La atracción de talento internacional es otro desafío importante para las universidades españolas. Aunque existe un porcentaje de personal extranjero, este sigue siendo bajo en comparación con otros países. Además, la mayoría de este personal proviene de países de la UE y ocupa principalmente cargos de profesor visitante o lector en áreas como ciencias sociales. Las trabas administrativas son identificadas como una barrera significativa para atraer talento internacional, y se requieren medidas para agilizar los procedimientos migratorios para el personal docente e investigador (PDI).
En cuanto a la investigación, las colaboraciones internacionales son un indicador clave de la internacionalización de las universidades. Aunque las publicaciones científicas en colaboración internacional tienden a tener un mayor impacto, las instituciones españolas muestran un bajo liderazgo en este aspecto. Además, el número de tesis leídas por estudiantes internacionales es inferior en comparación con otros países europeos, lo que sugiere la necesidad de fortalecer los lazos con socios internacionales y promover la investigación conjunta.
El Informe CYD 2023 destaca la importancia de establecer alianzas estratégicas y captar fondos internacionales para impulsar la investigación y mejorar la proyección internacional de las universidades españolas. Tanto las administraciones públicas como las propias universidades tienen un papel fundamental en este proceso, y la LOSU establece el marco para facilitar estas alianzas dentro de sus respectivas competencias.